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Kristina Rosales, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, aseguró que la Administración Biden no tiene planeado sacar a Cuba de la lista, ni tomar ninguna acción con un tercer país que contemple esa petición, ello en referencia a la solicitud del presidente colombiano Gustavo Petro ante la ONU en favor de la isla.
“Cuba se mantiene de la lista, no se va, no tenemos ningún anuncio ni ninguna información para decir que vamos a sacar al país de la lista o tomar alguna acción que contemple otro país, un tercer país, que en este caso es lo que dice el presidente Petro. Cuba se mantiene en la lista” dijo la portavoz en declaraciones a la emisora colombiana Caracol Radio.
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“Estados Unidos tiene un proceso de evaluación serio donde se examina la situación del país, no se va a sacar a Cuba, y si hay un cambio será Estados Unidos el que haga el anuncio, pero nosotros no comunicamos ni indicamos ni informamos a un tercer país sobre lo que posiblemente pueda pasar con una designación terrorista”, agregó Rosales.
En los últimos años varios mandatarios de la región afines al régimen cubano, como el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el venezolano Nicolás Maduro y más recientemente el colombiano Gustavo Petro han pedido al gobierno de Biden la exclusión de Cuba del listado de patrocinadores del terrorismo.
Cuba fue incluida por primera vez en ese listado en 1982 y figuró hasta 2015, cuando el presidente Barack Obama levantó la restricción como parte de la política de deshielo hacia la isla.
La sanción implica severas limitaciones financieras para el régimen cubano, así trabas para operar transacciones bancarias y obtener líneas de crédito a nivel global.
En meses recientes, los acercamientos diplomáticos mediante visitas de delegaciones de alto nivel a La Habana, viajes de funcionarios gubernamentales cubanos a Estados Unidos y reuniones para fijar estrategias comunes en temas migratorios y de seguridad, tejieron la percepción de que se aproximaba una flexibilización de la política de la Casa Blanca.
El procedimiento para levantar las sanciones a un país incluido en el listado se inicia con una comunicación del Presidente al Congreso, 45 días previos a la decisión, que debe estar fundamentada en el comportamiento de la nación sancionada y el compromiso de no participar en actividades terroristas en el futuro.
En enero de este año la administración Biden reanudó en La Habana el llamado Diálogo sobre aplicación de la ley con el gobierno cubano, congelado desde 2018.
Las señales sobre la posible salida de Cuba de la lista que comparte con Irán, Siria y Corea del Norte, parecieron aflorar también luego de las gestiones del Papa Francisco y su enviado especial a La Habana, el cardenal Beniamino Stella, quien pidió al gobernante Miguel Díaz-Canel la liberación de presos políticos, especialmente los involucrados en las manifestaciones del 11J.
A finales de febrero, el Departamento de Estado publicó su Informe por Países sobre Terrorismo (CTR) correspondiente a 2021, lo cual fue interpretado como un recordatorio de Washington en el caso de Cuba.
En marzo, el Secretario de Estado, Antony Blinken, ya advirtió que no planeaba retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, porque considera que no cumple con los requerimientos exigidos por Estados Unidos.
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