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Un joven de 19 años que estaba recluido en la prisión Las Mangas de Granma falleció por presunta negligencia médica, denunciaron sus allegados.
La víctima fue identificada como Rafelito, era natural de Guisa, y se encontraba preso en la citada cárcel, aclara en un post de Facebook el internauta Jorge Fuentes Cambar.
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Sin embargo, el hombre asegura que lo dejaron morir el pasado 17 de septiembre por mala atención médica, pues se encontraba hospitalizado y el centro asistencial no solicitó la furosemida que el paciente necesitaba.
"Ayer no le pusieron la furosemida porque no estaba en el pedido, y mira hoy ya está muerto", dijo el internauta indignado en un mensaje donde arremete contra el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel.
Asegura que el día de la muerte los familiares llamaron a la prisión "y no quisieron pasar la llamada, con la única justificación de que eso ahí era militar, y que además ya Rafael estaba bien", explicó.
Dijo que el hecho sucedió en Guisa, Granma, donde el joven estaba recluido en la prisión de Las Mangas.
Este deceso ocurre una semana después de que otro joven residente en Sibanicú, en la provincia de Camagüey, falleciera mientras estaba bajo custodia policial, debido presuntamente a desatención médica y a procedimientos negligentes de las autoridades, según denunció la familia en redes sociales.
Un extenso escrito difundido en Facebook por un primo de la víctima relata que el joven Denis González Sifonte había estado involucrado en una riña que lo dejó muy mal herido y al llegar al hospital lo atendió una doctora que violó "una serie de protocolos médicos".
En la prisión Las Mangas también murió el recluso Lázaro Lenin Almenares Álvarez sin recibir la atención médica que necesitaba, denunció la madre de la víctima.
En desgarradoras imágenes, la mujer clamó recientemente que se le haga justicia a su hijo fallecido a los 32 años, quien permaneció durante seis días en la cárcel de Las Mangas, en Bayamo, con sangramientos por varios órganos, sin que se le procurara asistencia médica hasta este martes, cuando fue atendido, pero ya era demasiado tarde.
El gobierno cubano reconoció el pasado año ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas que al menos 100 reclusos murieron en las cárceles del país, pero achacó las muertes a enfermedades coronarias.
Sin embargo, la ONU criticó a Cuba por no proporcionar información estadística completa sobre las muertes de prisioneros y por no investigar la posible responsabilidad de funcionarios públicos ni examinar signos de violencia corporal durante las autopsias.
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