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Campesinos de varias localidades del centro y oriente de Cuba han ideado un sistema de vigilancia y alarma ante ladrones ante la inacción de las autoridades.
Se trata de colocar discos de arados y campanas en los árboles que son tocadas ante la menor sospecha o ladrido de los perros, y así se activa todo el sistema de vigilancia comunitaria, explica el perfil oficialista ElMeteoro De Jobabo.
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El sistema de vigilancia ha comenzado a usarse en los municipios tuneros de Colombia, Jobabo, y las comunidades Dios Hermanos, Las Conchita, La Caridad, Limón Dulce, Berrocal, Las Gordas, Las Georgina, La Corbonera, Blanquisal, del municipio Guáimaro, en la provincia de Camagüey, asegura el perfil oficialista.
El sistema intenta evitar el robo en viviendas, fincas y el sacrificio y hurto de ganado.
Para este perfil oficialista, la “iniciativa” responde al reclamo de los jefes de sector de estas zonas, quienes pedían más apoyo, cuando lo cierto es que la policía cubana es cuestionada por su inacción ante el aumento de la delincuencia.
En febrero pasado, trascendía la preocupación de los campesinos de Las Tunas por el aumento del robo del ganado en ese territorio en medio de la impunidad de los delitos y en un contexto de escasez de alimentos que conduce al hurto y sacrificio ilegal de las reses para vender la carne en el mercado informal.
Según trascendió en un texto del diario local Periódico 26, no solo se incrementan estos delitos, sino que también continúa la tendencia de culpar a los ganaderos por mantener sus animales sueltos en el potrero.
"Mientras no se comprenda que institucionalidad es que las vacas tienen que dormir en el potrero y los ladrones tras las rejas, en vez de estos sueltos y las vacas bajo la almohada de los campesinos, no se resolverá el problema del hurto de ganado. Y es que el sacrificio ilegal, que tiene disímiles variantes (conocidas y por conocer), depende en gran medida de la estabilidad proteica (carnes) en un entorno al alcance de la gente", refirió la nota.
De acuerdo con el reporte, la poca importancia a las denuncias, la falta de colaboración para identificar los raptores y probarles el hecho, la vigilancia prácticamente nula en numerosas zonas, contribuyen a que el hurto del ganado siga siendo una realidad en Las Tunas.
El pasado año, se registraron 5,305 hurtos y sacrificios de ganado en Las Tunas, 2,207 casos más que en 2021.
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