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Una nueva pintada contra el régimen cubano apareció el martes en las calles de Centro Habana, según fotografías publicadas por la prensa independiente.
El mensaje "Diasca coño de tu madre" fue visto sobre las 12:25 pm del martes en una pared ubicada en la esquina de las calles Campanario y Figuras, en el municipio Centro Habana, por un colaborador de Diario de Cuba.
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Junto a la pared se encuentra la escuela primaria República Bolivariana de Venezuela, y en las imágenes capturadas por el reportero podían verse a varios niños vestidos con uniformes escolares cerca del lugar, comentó el medio.
La expresión empleada es conocida en Cuba por su carácter ofensivo y suele utilizarse para molestar o irritar a una persona al recordarle a su progenitora.
El portal de noticias afirma que a pesar de tratarse de una zona concurrida, hasta el momento de tomar la fotografía no se había desplegado ningún operativo para eliminar la pintada, posiblemente por la poca visibilidad que alcanza el grafito sobre las paredes de "salpicado".
Las pintadas contra el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel se hicieron muy frecuentes en la isla tras las protestas del 11 de julio de 2021, y generaron una desproporcionada respuesta del régimen, que llevaba a los lugares donde estas aparecían fuertes operativos policiales con la presencia de perros y hasta personal de criminalística.
El pasado 14 de septiembre un cartel contra el gobernante con el lema "Entrega el país" amaneció pintado en Palma Soriano, una ciudad de Santiago de Cuba.
El letrero, acompañado de "Canel singao", fue escrito luego de 15 horas de apagón en la ciudad oriental, de acuerdo con lo reportado por la página "Cubanos por el mundo".
Los tribunales cubanos imponen altas condenas a los autores de los letreros.
Entre estos casos se halla el del preso político Jorge Luis Boada Valdés, a quien el régimen cubano pide 15 años de cárcel por escribir "Díaz-Canel singao" en muros de La Habana.
Boada Valdés lleva un año y medio tras las rejas en la cárcel de Valle Grande y ahora la Fiscalía exige una pena de 15 años de privación de libertad, alegando que el joven no solo expresó su descontento contra Miguel Díaz-Canel, sino que también incitó a la protesta en las calles a través de las redes sociales.
El gobierno cubano acusa a Boada Valdés del delito de propaganda enemiga, que tenía una sanción máxima de diez años según el antiguo Código Penal, un delito que no figura como tal en el Código actual.
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