Juan Enrique Pérez Sánchez, preso político del 11J, se cosió la boca en la cárcel de Quivicán para protestar contra la violación de sus derechos.
La esposa del preso político, Dayana Aranda Batista, confirmó a Martí Noticias que Pérez se cosió la boca el 30 de septiembre, usando unos alambres, para protestar ante abusos que se están cometiendo contra él en la prisión.
"Decidió coserse la boca en forma de protesta, imagínate cuatro puntadas con alambre en la boca, a sangre fría, con la boca cosida imposible que él pueda comer", dijo Dayana.
Explicó además que fue el Teniente Coronel "Lolo" y el Primer Teniente "Humberto" quienes la llamaron y le comunicaron la situación de Pérez, preso en el destacamento No. 3 de la Cárcel de Quivicán.
Uno de los reclamos del prisionero político es ser escuchado por el jefe de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio del Interior de Cuba (MININT) en la provincia de Mayabeque.
Dayana asegura que ha intentado ver a su esposo pero las autoridades cubanas no se lo han permitido. Aseguró que la represión contra su marido en la cárcel viene ocurriendo desde hace tiempo.
"Desde el 10 de julio no tiene llamadas telefónicas. Sé de él por otros presos amigos que hacen el favor de llamarme (...) No lo quieren sacar al patio a coger sol, más los malos tratos que sigue recibiendo por parte de los guardias. Ahí empezó el problema, a raíz del patio, porque sacan al destacamento y lo dejan a él trancado y cuando viran con los otros reclusos que se acaba el patio, ya él tenía la boca cosida", dijo la mujer.
El preso político ha recibido amenazas de reos comunes de alta peligrosidad, le han robado algunos alimentos y medicamentos que le lleva su esposa y lo han puesto en aislamiento por sus frecuentes protestas pacíficas.
Una de esas protestas ocurrió en julio, cuando en saludo al aniversario del 11J llevó al comedor de la cárcel una camiseta con consignas contra el régimen. Esto trajo como consecuencia que fuera golpeado y encerrado en celda de castigo.
En septiembre también se manifestó, desplegó en el patio de la prisión una sábana con la frase "Abajo la Dictadura" y "Libertad para los Presos Políticos". Fue aislado y le prohibieron salir al patio a tomar sol. El director de la prisión lo amenazó con un traslado a una institución psiquiátrica.
Pérez Sánchez (42 años) fue detenido por manifestarse el 11 de julio de 2021 el poblado Vegas, en Nueva Paz, provincia Mayabeque. El régimen cubano lo sentenció a ocho años de privación de libertad por los presuntos delitos de desórdenes públicos, desacato y sabotaje.
El preso político es padre de cuatro niños. Está cumpliendo su condena en un centro penitenciario de máxima seguridad, a pesar de que en su participación en la protesta solo llevaba un cartel que decía: “Era tanto el hambre que nos comimos el miedo”.
Desde que está preso ha protestado varias veces pidiendo que sus derechos sean respetados y en numerosas ocasiones ha denunciado el acoso de la Seguridad del Estado por sus ideas políticas.
En agosto de 2022 fue uno de los presos políticos castigados por las autoridades penitenciarias cubanas por negarse a una "rehabilitación ideológica" y a cambiar su postura contra el régimen.
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