Israel decretó el “estado de guerra” luego de que el sábado, en un movimiento imprevisto, el país se convirtiese en el objetivo de ataques coordinados y mortíferos del grupo terrorista palestino de Hamás.
Pasadas casi 72 horas del ataque, el conflicto se ha cobrado la vida de más de 1,200 personas y dejado heridos a más de cinco mil. En el lado israelí, según El País, son más de 700 las víctimas mortales y 2,300 los heridos del ataque sin precedentes de Hamás.
La respuesta de Israel ha provocado la muerte de 508 personas y causado heridos en otras 2,800. Según la Autoridad Palestina, los ataques aéreos israelíes han matado a cerca de un centenar de niños. Por su parte, Hamás retiene como rehenes a unos 130 israelitas.
El ataque de este sábado se produjo justo cuando se cumplía el 50 aniversario de la guerra de 1973, en la que los estados árabes bombardearon a Israel en Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío.
La guerra, que comenzó el 6 de octubre de ese año con la incursión de fuerzas militares egipcias y sirias en territorios controlados por Israel desde la conocida como guerra de los Seis Días, tomó por sorpresa a Estados Unidos, pero no a los servicios secretos de la entonces Unión Soviética.
Justo cuando se cumple medio siglo de la guerra de Yom Kippur -en la cual llegaron a participar tropas cubanas-, con precisión cronométrica Hamás lanzó un ataque contra Israel por aire, mar y tierra, incluyendo el lanzamiento de miles de cohetes, proporcionados presumiblemente con ayuda de Irán.
La guerra desatada de improviso en Medio Oriente viene a tensar y complicar aún más el escenario bélico de Ucrania, donde Estados Unidos y los países occidentales ayudan a los soldados ucranianos a repeler la agresión de la Rusia de Vladimir Putin, responsable de una guerra que empieza a internacionalizarse de manera peligrosa y que enfrenta a las democracias al desafío militar de potencias regidas por regímenes autocráticos.
El sábado, Hamás lanzó una ola de ataques con cohetes y envió decenas de combatientes armados que consiguieron penetrar el territorio de Israel por la frontera sur.
La ofensiva dejó cerca de 600 muertos y centenares de heridos, además se estima que al menos 100 personas resultaron secuestradas. El grupo terrorista se atribuyó la responsabilidad del ataque y afirmó que lanzó 5,000 misiles en 20 minutos.
Horas después, Israel contraatacó con una ola de ataques aéreos contra Gaza, matando a cerca de 300 palestinos, mientras buena parte de su población y la comunidad internacional se pregunta cómo los terroristas de Hamás lograron penetrar una de las fronteras más fortificadas del mundo.
La infiltración de militantes palestinos en territorio israelí le permitió al grupo islámico no solo causar víctimas mortales en el interior de Israel sino también tomar rehenes. Según BBC, un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel confirmó que "soldados y civiles" han sido secuestrados por militantes, pero no suministró el número de cautivos.
“Israel tiene una de las redes más extensas y sofisticadas de inteligencia en Medio Oriente tanto a nivel doméstico como extranjero. Sus informantes están infiltrados dentro de grupos militantes no solo en territorios palestinos sino también en Líbano, Siria y otros países”, explicó el corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardner, describiendo el desconcierto provocado por el sorpresivo y masivo ataque de los terroristas de Hamás.
El comandante militar de Hamás, Mohammad Deif, anunció el inicio de la operación en un comunicado en el que llamó a los palestinos de todo el mundo a luchar. "Este es el día de la mayor batalla para acabar con la última ocupación de la Tierra", dijo.
Por su parte, el presidente palestino Mahmud Abás dijo que su pueblo tiene el derecho de defenderse del "terror de colonos y tropas de ocupación".
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que el país estaba en guerra y que no se trataba de una operación o una escalada, mientras que su actual ministro de Defensa declaró que "las tropas están luchando contra el enemigo en todos lados" y autorizó la llamada a filas de los reservistas.
Los expertos esperan que los próximos días y semanas sean muy duros para los habitantes de ambos territorios. La comunidad internacional mira con preocupación un conflicto lejos de conseguir un acuerdo de paz y que ahora vive una etapa muy grave.
Se sospecha de Irán como uno de los mayores beneficiados y promotores de esta agresión, en represalia por el acercamiento israelí a Arabia Saudí -otro país árabe que junto a Marruecos está en vías de reconocer la existencia del Estado de Israel-, y que pudo haber facilitado a Hamás los miles de cohetes que ha lanzado, algunos de los cuales llegaron hasta Tel Aviv y Jerusalén.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este el domingo para analizar lo ocurrido en las últimas horas en la región más caliente del planeta en términos geopolíticos.
El régimen cubano, firme e histórico aliado de Hamás y la llamada “causa palestina”, emitió un tibio comunicado sobre los acontecimientos y achacó la responsabilidad a “75 años de permanente violación de los derechos inalienables del pueblo palestino”.
Miles de cubanos han reaccionado a estas declaraciones, indicando que explican perfectamente por qué Cuba está en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: