Una familia denunció a un hospital de Kendall, Miami, por el robo de un anillo valorado en más de 20,000 dólares a una anciana pocas horas después de fallecer en el centro médico, a fines de septiembre.
La colombiana Margarita Lafaurie, de 85 años, ingresó con una neumonía en la sede principal del Baptist Hospital, en Kendall, el sábado 23 de septiembre, llevando en su mano la valiosa joya, señaló un reporte de América TeVé. El mismo día de su ingreso, en la noche, la anciana falleció tras agravarse su condición de salud.
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En entrevista con el canal local, su hijo Julio Nieto contó la “odisea” para que en el hospital les devolvieran el anillo, luego del fallecimiento de su madre, y reveló que el robo fue denunciado a la Policía de Miami-Dade, luego de los intentos fallidos por recuperar la joya.
Explicó que la sortija desaparecida hace casi tres semanas fue un regalo de su padre a su madre, en un aniversario. Se trata de un anillo de oro 18, italiano, con zafiros y diamantes, que unos tres o cuatro años atrás fue tasado y su valor se estimó entre los $20 y $25 mil dólares, según Nieto.
Tras el ingreso de Lafaurie en Urgencias del Baptist Hospital, “muy complicada, inconsciente”, la familia contactó a la enfermera encargada y ella “humanamente, trató de ayudarnos a quitarle el anillo. Le puso crema, vaselina, pero su mano estaba tan hinchada que no lo forzamos y se quedó el anillo”, relató Nieto.
Luego del fallecimiento de la anciana, sus familiares fueron a verla por última vez y constataron que tenía el anillo en su mano. Llamaron a la habitación del hospital a la enfermera encargada y al supervisor de piso para hacérselo saber, ellos lo vieron y les aseguraron que, una vez que el cuerpo lo pasaran para la morgue, allí se encargaban de retirar sus pertenencias personales y se las hacían entregar.
“Ahí empezó la odisea”, sentenció Nieto.
Según refiere el hombre, el lunes siguiente contactaron por teléfono al hospital para ir a recoger las pertenencias de Lafaurie, pero les derivaban las llamadas a otros departamentos, sin darles respuesta, por lo que al siguiente día se personaron en el centro de salud.
La funcionaria que los atendió y escuchó su reclamo mostró “mucha empatía”, pero también “molestia” porque los hijos de la fallecida se presentaron personalmente.
“Nos pidió que le diéramos un poco de tiempo para investigar porque ella apenas había recibido la denuncia el día lunes y había 10 casos anteriores a nosotros”, afirmó Nieto.
La familia finalmente contrató un abogado y denunció el caso en la Policía de Miami-Dade. Además, acudieron a la Oficina de la Fiscalía Estatal en el condado, que abrió una investigación para dar con el paradero de la valiosa prenda y el autor del robo.
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