La presa política Lizandra Góngora habría sido golpeada el pasado sábado en la prisión Los Colonos, en Isla de la Juventud.
La presa política recibió una golpiza de manos de una oficial y una presa tras protestar por su derecho a la llamada telefónica semanal, contó a Martí Noticias el activista Ángel Delgado, exesposo de Góngora.
“Al ver a todo el mundo llamando, ella va a la jefa y le pregunta: ‘ven acá, ¿y mi teléfono para cuándo es?’. La oficial le respondió ‘Tú hoy no tienes teléfono’, a lo cual Góngora reaccionó respondiéndole que ‘¿Cómo que yo no voy a tener teléfono hoy, si tú me cambiaste a mí del lunes para el sábado para hablar yo con mis hijos?’”, contó Delgado acerca de cómo sucedió el intercambio.
Finalmente, y ante las reclamaciones de Góngora, la guardia “viró para atrás, con otra presa, la manoteó y entonces, la otra presa le fue arriba, las dos le fueron arriba y le dieron golpes a Lizandra”, dijo Delgado.
Delgado recibió el relato de otra reclusa que lo llamó ese día y teme que su esposa pueda estar en una celda de aislamiento.
Esta reclusa le dijo al activista además que Góngora “está plantada, que ella no quiere comer, no quiere salir de la cama (…) dice que ella estaba temblando arriba de la cama y, como ella vio todo y se lleva bien con Lizandra, pues me lo dijo”.
En abril de este año, Góngora fue trasladada a una cárcel de Isla de la Juventud a 160 kilómetros de su hogar.
Góngora permanecía hasta ese momento cumpliendo una sentencia de 14 años de cárcel, en la prisión de mujeres del Guatao, en la Lisa, La Habana, por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, provincia de Artemisa.
El traslado de la opositora política pudo estar relacionado con el activismo que ha mantenido desde prisión, así como por las habituales denuncias de su familia sobre su situación, especialmente de su exesposo, el opositor Ángel Delgado.
En agosto del pasado año, la activista cubana afirmó en un mensaje de audio enviado desde la prisión que la larga condena en su contra demuestra el temor del régimen hacia los opositores en el país.
“Me condenaron a una sentencia de 14 años de privación de libertad y no voy a negar que estoy triste porque extraño a mis mambisitos, pero no me siento vencida y menos derrotada, me siento más fuerte y más llena de odio contra estos terroristas”, expresó.
Madre de cinco hijos, estuvo en desaparición forzada poco después de su arresto y ha recibido vejaciones y maltratos en prisión.
La Fiscalía Militar de Artemisa, que llevaba el caso de la activista, mantuvo en un limbo legal a Góngora desde su detención en julio de 2021, sin dar a conocer la petición por sus presuntos delitos hasta mediados de marzo de 2022.
Góngora fue acusada de sabotaje, robo con fuerza y desorden público –junto al periodista independiente Jorge Bello Domínguez– como presuntos responsables del ataque a la tienda en dólares La Imprenta, en Güira de Melena, durante las protestas del 11J. Bello Domínguez fue condenado a 15 años de cárcel en el mismo caso.
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