Las dos plantas superiores de un viejo edificio en el barrio de Los Sitios, en Centro Habana, fueron demolidas este jueves, ante el peligro de derrumbe del inmueble, según fuentes oficiales.
La edificación, ubicada en Tenerife 219 entre Rastro y Belascoaín, en el Consejo Popular Los Sitios, sufrió un derrumbe parcial en días pasados, informó un comunicado de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana.
La decisión de derrumbarlos se debió a que los dos pisos superiores del edificio presentaban “condiciones deplorables” que “afectaban a tres viviendas” colindantes, según el gobierno del municipio habanero, uno de los más poblados de la capital y donde la mayoría de las edificaciones presentan un severo deterioro.
El riesgo de que un edificio se desplome y pueda matar a sus ocupantes mantiene en vilo a una parte importante de los residentes en Centro Habana y otros municipios de la capital de Cuba, ante la incapacidad del gobierno para hacer frente a la situación y no contar ellos con los recursos materiales para asumir la reparación de sus viviendas.
Los pedidos de ayuda y gestiones de la ciudadanía antes las autoridades para que se restauren los inmuebles son infructuosos, y muchos acuden a las redes sociales para, al menos, visibilizar sus casos, aunque eso no les reporte ninguna solución inmediata.
Recientes derrumbes -el más grave en La Habana Vieja, con el lamentable saldo de tres muertos, entre ellos, dos rescatistas- han reavivado los temores de la población, en medio de la crisis económica del país.
La semana anterior, un residente en Centro Habana denunció el crítico estado en que se encuentran dos edificios a punto de colapsar en la calle San Lázaro, en uno de los cuales está su vivienda.
Mientras, el domingo último, se derrumbaron los balcones de un edificio en El Vedado, municipio Plaza, sin que al parecer se reportaran heridos.
Dos personas sí sufrieron lesiones, el pasado miércoles, al desplomarse una pared de un edificio en La Habana Vieja.
En una casona de la calle Villegas, cercana al edificio que colapsó a inicios de mes y dejó tres fallecidos, vive desde hace 59 años Maricelys Colás, una jubilada de 64, junto a su madre de 85. Entrevistada recientemente por la agencia estadounidense The Associated Press, la mujer dijo: “¿Cómo no vamos a vivir con miedo? Cada vez que llueve siento cómo las piedras me caen. ¡Y el derrumbe no avisa!”.
Mario Luis Poll, un maestro restaurador de 57 años que también reside en el lugar desde hace 19, afirmó: “Voy a cada rato a (la estatal Dirección de la) Vivienda y es hablar por hablar”.
Pese al riesgo y la precariedad, ninguno puede mudarse a otro sitio porque no hay dónde, subraya la nota de AP, y recuerda que el gobierno “suele poner a las familias en albergues o entregarles espacios estatales -antiguas tiendas o almacenes en desuso-, pero estos también se encuentran en malas condiciones”.
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