Kelvyn Espinosa es uno de esos tantos rostros de la actuación cubana que salió de Cuba persiguiendo una vida mejor y hoy triunfa en Estados Unidos nada más y nada menos que como chef.
Sus redes sociales están llenas de videos y fotografías mostrando exquisitos platos y lo que ocurre dentro de su cocina antes de que salga ese producto final que es también una obra de arte, pero culinaria.
No obstante, de vez en cuando salta a la vista alguna que otra publicación recordando sus años en la actuación en telenovelas como “La cara oculta de la Luna” o sus papeles en el teatro.
Kelvyn nació en 1982 en un pueblo de Cienfuegos, Rodas, y su deseo de convertirse en actor no le viene de familia sino de su gusto por la televisión y esas aventuras que de pequeño disfrutaba en la pantalla chica.
En una entrevista hace tres años para el programa “La casa de Maka” el actor relató que fue un niño feliz, de campo, pero al que nunca le faltó un libro antes de dormir.
Con 14 años se fue a La Habana a estudiar en la Escuela Nacional de Arte (ENA), un reto enorme para un niño de pueblo, pero fue un tiempo de aprendizajes y que disfrutó muchísimo.
Aunque sus primeros pasos fueron en el teatro, después comienza en la televisión en un programa de cocina del Canal Educativo entrevistando a chef, y justo allí le entra “el bichito” por la culinaria.
De esta etapa son algunos papeles suyos en el policíaco “Tras la huella” hasta que más tarde llega su primer gran trabajo como Néstor en la telenovela “La cara oculta de la Luna”.
“Yo nunca quise salir de Cuba, eso no pasaba por mi cabeza (…) Yo nunca lo pensé hasta que tuve a mi hija. En el momento que llega mi hija a mi vida empiezo padecer y carecer de las cosas que eran elementales, vitales para poder darle y entonces empieza la idea a caminar”, contó Kelvyn en esa entrevista.
Junto a su hija, la mamá de la niña, de la que ya estaba separado, y también la abuela de la pequeña decidieron viajar a Estados Unidos gracias a la visa de turismo que tenían los cuatro. Atrás dejaba a sus padres, su hermana, sus abuelos y toda su familia.
Llegó a Miami con la idea muy clara de trabajar, primero en una fábrica de cemento, después en otros empleos en almacenes, manejando, cortando árboles en Nuevo México, en el desierto de El Paso; y aunque tuvo roce con el mundo de la actuación por amistades, no oportunidades concretas.
“Me ha ido bien, yo estoy feliz y agradecido con todo lo que me ha pasado”, aseguró hace tres años cuando todavía no se había convertido en chef y trabajaba en el montaje de mobiliarios para cocinas.
Actualmente Kelvyn Espinosa disfruta su vida chef y aunque es algo que se aleja de la actuación encontró en este mundo otra gran pasión.
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