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Régimen acusa a EE.UU de crear "estímulos extraordinarios y artificiales" para migración de los cubanos

Sus declaraciones no contemplaron la posibilidad de que la crisis migratoria cubana tenga “factores internos”, o conexión con la depauperación del nivel de vida en Cuba y la aguda crisis económica generada por el gobierno.


El régimen cubano acusó a Estados Unidos de crear "estímulos extraordinarios y artificiales" para fomentar la migración de sus ciudadanos, atribuyendo a ese país la responsabilidad por la crisis migratoria desatada en Cuba en los últimos tres años.

“En el evento regional sobre migración celebrado hoy en México, el gobierno de Cuba dijo que su población emigra por "estímulos extraordinarios y artificiales" creados por EE.UU.: 1- el bloqueo; 2- privilegios de admisión en frontera; 3- privilegios de residencia por Ley de Ajuste”, reseñó Proyecto Inventario en sus redes sociales.

La acusación corrió a cargo del viceministro de Relaciones Exteriores (MINREX), Carlos Fernández de Cossío, quien viajó llegó a Palenque, en el estado de Chiapas, acompañado del canciller Bruno Rodríguez Parrilla y el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel.

La delegación cubana viajó este domingo a México para participar en una cumbre sobre migración irregular, con el objetivo de intentar frenar la cifra sin precedentes de inmigrantes que llegan a Estados Unidos por vías ilegales.

“Existen factores extraordinarios y podría decirse que artificiales que influyen en esa migración [de los cubanos]. En primer lugar está el bloqueo económico (…) una política dirigida a deprimir los ingresos, a generar pobreza, hambre y tratar con eso de provocar un cambio político”, dijo el vicecanciller.

Según Fernández de Cossío, “naturalmente eso provoca un estímulo a la migración, a las personas que quieren abandonar ese escenario”.

“Hay un segundo factor, que es una política activa de estímulo a la emigración cubana por vías irregulares, que ofrece en la frontera de EE.UU. un trato privilegiado, singular para el emigrante cubano”, señaló el funcionario.

Este “segundo factor” tiene motivaciones políticas, explicó Fernández de Cossío. “Si un cubano alega en la frontera que tiene un ‘miedo creíble’ de regresar a su país de origen, tiene posibilidades muy superiores a las de los emigrantes de cualquier otro país del mundo a ser aceptado en EE.UU. Y eso, por supuesto, lo conoce el emigrante cubano”.

En tercer lugar, el viceministro del MINREX aludió a la “ley de ajuste cubano”, una política que “le ofrece al migrante cubano el privilegio singular de poder normalizar su situación y convertirse en residente permanente al cabo del año de haber entrado en EE.UU.”.

“Estos tres factores constituyen estímulos extraordinarios y artificiales para la emigración cubana. Está en manos de EE.UU. resolverlo. Podría actuar si tiene el interés de resolver el problema”, aseveró Fernández de Cossío.

Sus declaraciones amplían las de Díaz-Canel, quien responsabilizó este domingo al gobierno estadounidense de la crisis migratoria en Centroamérica, asegurando que estimulan la migración irregular de cubanos.

"Cuba ha alertado reiteradamente sobre la responsabilidad del gobierno de Estados Unidos con la incitación permanente a la migración irregular de cubanos que llegan o se proponen llegar a sus fronteras, con medidas de asfixia económica y facilidades para los migrantes de nuestro país", dijo Díaz-Canel en Twitter.

Por lo demás, ni el líder de la “continuidad”, ni el funcionario de su régimen contemplaron la posibilidad de que la crisis migratoria cubana tenga “factores internos”, o conexión alguna con la depauperación del nivel de vida en Cuba y la aguda crisis económica generada bajo la gestión de su gobierno.

El régimen cubano sigue empeñado en repetir su propaganda, culpando al bloqueo y a las políticas adoptadas por Estados Unidos para proteger a quienes huyen de la dictadura, de la estampida de cientos de miles de cubanos en los últimos dos años.

La Cumbre de Migración en México "Encuentro por una Vecindad Fraterna y en busca del Bienestar" concluyó este domingo. El evento fue convocado por el mandatario Andrés Manuel López Obrador para llevarle una postura común al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

Participaron 11 países latinoamericanos entre los que se encuentra México, Colombia, Haití, Honduras, Venezuela, Belice, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Panamá. Firmaron una declaración conjunta que tiene 13 acuerdos.

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