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Una banda criminal de origen cubano operaba en Quintana Roo, México, llevando a cabo extorsiones, secuestros y torturas a migrantes desde 2009.
Se les conoce como "La Mafia Cubana en Quintana Roo" y es una organización delictiva que tenía alcance hasta el sur de Florida, Estados Unidos.
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Infobae informó que recientemente uno de los cubanos miembros de la banda, Javier Hernández, fue condenado en Miami, revelando el modus operandi de esta red criminal transnacional.
Hernández, junto a su coacusado Ramón Reyes Aranda, robaba embarcaciones en la costa oeste de Florida y las enviaba a México, donde un cómplice las utilizaba para promover las actividades del grupo.
José Miguel González Vidal, otro criminal cubano, fue quien los reclutó para trabajar en la organización criminal.
Además de Javier Hernández, las autoridades mexicanas identificaron a cinco ciudadanos cubanos residentes en México que integraban la banda. También se unieron a este grupo Maikel Antonio Hechavarría Reyes y Mónica Susana Castillo, mexicanos que participaban en tráfico ilícito y extorsión a inmigrantes.
La banda identificaba a extranjeros que buscaban ingresar a Estados Unidos de modo irregular. Los secuestraba y exigía un rescate de $10,000 dólares a sus familiares en territorio estadounidense.
En caso de que la familia se negara a pagar, los torturaban con golpes, descargas eléctricas, y si se efectuaba el pago los inmigrantes eran liberados en la frontera con instrucciones para solicitar asilo político.
Además de la extorsión y secuestro, "La Mafia Cubana" se dedicaba al tráfico de armas y a intentar sobornar a funcionarios federales en Estados Unidos.
Varios miembros han admitido su culpabilidad y esperan sus sentencias en los próximos meses, bajo cargos de contrabando de migrantes en Estados Unidos. La audiencia de Javier Hernández está programada para el 5 de enero de 2024.
En 2016 el Gobierno de México comenzó a dar caza a una red delictiva, operada desde hace más de tres años por cubanos en Quintana Roo y dedicada al tráfico de ilegal de personas.
"La mafia cubana" no sólo se encargaban del cruce ilegal de inmigrantes por las fronteras desde la Isla hacia México, también comercializaban con prestigiosos peloteros. Los jugadores de béisbol eran uno de sus objetivos principales por la cantidad de dinero que podían ganar negociando su entrada a Estados Unidos.
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