Dos abogados cubanos crían tilapias en estanques construidos por ellos en La Habana, una vía que encontraron para poder consumir pescado y además venderle a la población.
José Antonio Martínez y Joel López levantaron 12 estanques de 20 metros cúbicos cada uno en un antiguo solar yermo, para lo cual tuvieron que destinar sus ahorros más un préstamo que pidieron al banco.
Hace dos años comenzaron a levantar su negocio privado JOJO Acuapónico en Barbosa, barrio del municipio Playa, y el éxito es tal que cada año extraen 12 toneladas de pescado.
"Aquí tenemos en estos momentos dos especies: la tilapia roja, que es la más vistosa y atractiva al plato del consumidor, y la tilapia negra", explicó Martínez a la agencia AFP.
Los emprendedores, ambos de 35 años, decidieron apostar por la acuaponía, técnica que combina el cultivo de peces y plantas en un sistema cerrado en el que el excremento de los animales nutre las plantas, que a su vez les devuelven a aquellos el agua limpia.
Las tilapias de Martínez y López alcanzan los 400 gramos en seis meses, un año menos que lo que demoran los ejemplares que se cultivan en los embalses del Estado que aplican el método de acuicultura extensiva.
Este logro de los dos empresarios echa por tierra la afirmación de la viceministra de la Industria Alimentaria, Mydalis Naranjo Blanco, de que la falta de pescado en los comercios cubanos se debe a la falta de peces en las aguas de la Isla.
Los dos emprendedores tienen además tres casas de cultivo, donde aspiran a cosechar 36 toneladas de vegetales.
Conscientes de la grave escasez de alimentos en Cuba, consideran que la acuaponía es una alternativa viable que debe multiplicarse y por eso están dispuestos a difundir sus conocimientos a todo el que le interese.
"A todo el que quiera producir pescado, producir acuaponía, es una solución viable y sostenible", afirmó López.
La semana pasada, trascendió la historia de un cubano en el municipio pinareño Consolación del Sur que inició la cría de peces en un pequeño charco creado en lo que parece ser su finca.
Aunque las autoridades locales celebraron la iniciativa, imágenes compartidas en Internet permitían ver los peces, posiblemente carpas, viviendo en condiciones higiénico-sanitarias deficientes en un estanque artificial, donde no se veían mecanismos de drenaje del agua.
En julio pasado, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca propuso a las familias criar peces en estanques construidos en sus barrios, como una forma para mejorar la alimentación.
Con un tono enérgico y autoritario, Tapia aseguró a los diputados a la Asamblea Nacional que la acuicultura a nivel local es una manera de obtener alimentos que ya se empleó en Cuba en los años 90.
"En Cuba se hizo: un estanque, cuatro metros a la redonda y criaban peces ahí", afirmó.
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