La noticia de que Sancti Spíritus tendrá café de la canasta básica familiar normada hasta diciembre trajo la alegría para los pobladores de esa provincia, más una revelación que dejó sorprendidos a muchos cubanos.
Entrevistado para Escambray, el director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Torrefactora de Sancti Spíritus, Ricardo Pérez Pérez, explicó que el café que envasan cumple con todas las exigencias de calidades requeridas, incluidas “las pruebas de explosión en cafeteras criollas”.
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“Aunque nuestra tecnología es obsoleta, somos capaces de garantizar las elaboraciones requeridas, pero la calidad es algo que seguimos de cerca. Se hacen varios muestreos durante el proceso, que incluyen las pruebas de explosión en cafeteras criollas, que son las más usadas por los consumidores”, aseguró el directivo.
Pérez Pérez aseguró que estas pruebas “resultan todas positivas”, lo cual garantiza que el producto está elaborado con los requerimientos necesarios para no obstruir las cafeteras criollas y provocar accidentes domésticos que, en ocasiones, pueden llegar a ser muy graves.
Cada lote que sale de la UEB se le realiza las “pruebas de explosión”, explicó el directivo. “Nosotros en el laboratorio tenemos cafeteras criollas. A cada lote de café se le hace varias pruebas de explosión, que se realiza haciendo café con la cantidad reglamentada de la cafetera y, a su vez, los catadores (tenemos 12 o 13 catadores) catan el café para comprobar su calidad”.
En relación con el envase utilizado para la distribución del café, Pérez Pérez señaló que están teniendo problemas con el de polipropileno utilizado habitualmente, así que realizan el envasado en otro de polietileno que no permite la rotulación de la etiqueta, pero que se trata del mismo café Hola de siempre, realizado con un 50% de café y 50% de chícharo (115 gramos por paquete).
En septiembre de 2020, una cubana denunció en redes sociales la mala atención médica recibida por su tía, quien había sufrido quemaduras graves luego de la explosión de una cafetera.
A mediados de junio, la prensa oficialista cubana comenzó a informar a la población sobre graves problemas con la producción de café en Cuba por la falta de materias primas. Algunas localidades del país no recibían café de la canasta básica familiar normada desde mayo, e incluso abril.
Aunque el café que le venden a la población no es puro, sino resultado de una mezcla con chícharo, sigue siendo demandado entre la población y su escasez provoca preocupación y ansiedad en muchos.
Por más que el gobierno cubano ha insistido en el pasado en alcanzas niveles de producción de café que permitan no depender de las importaciones, se deben destinar millones de pesos en adquirir este grano en el mercado internacional, mientras que las cosechas nacionales se venden a otros países.
La Tarea Ordenamiento supuso una ruina para empresas estatales cafetaleras, que desde hace dos años y medio solo generan pérdidas económicas, según explicaron expertos en el tema.
Los medios de prensa del Estado no informan la cantidad de café en grano que se produce en el país para exportación ni las ganancias que este producto de alta calidad está dejando al régimen.
Tampoco detallan cuán baja está resultando la productividad del café destinado al consumo nacional, en un país que fue uno de los mayores productores y exportadores, pero que ha visto decrecer la cantidad y calidad de este producto desde 1959 hasta la actualidad.
En medio de la aguda escasez de café en Cuba, se ha puesto de moda el consumo de una infusión hecha con una planta popularmente conocida como "platanillo".
"Se abre la funda, se sacan los granos y se ponen a secar al sol. Ya cuando están secos, se ponen al fogón y se tuestan, como si fuera café y luego se muelen. Eso es lo que le estamos dando de desayuno a los niños para que puedan ir a la escuela", contó a mediados de octubre una holguinera al medio de prensa independiente Cubanet.
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