El cierre del Centro Cultural Maxim Rock, en La Habana, este domingo, ha provocado una airada reacción de artistas, intelectuales, activistas y cubanos en general, quienes consideran que el gobierno encontró la “excusa perfecta” para consumar su objetivo.
La decisión fue anunciada por el Instituto Cubano de la Música (ICM) la víspera, tras realizarse en el centro artístico habanero una fiesta de Halloween que incluyó a un joven disfrazado de oficial de las SS nazis, la noche del sábado.
El ICM sostuvo su decisión en “la gravedad del hecho y la evidencia de la incapacidad de la institución cultural para preverlo” y advirtió en un comunicado que el cierre se mantendrá hasta que “se esclarezcan los hechos, se hagan los análisis correspondientes y se tomen las medidas disciplinarias con cada uno de los responsables del suceso”.
“Han encontrado la excusa perfecta. En paz descanse el rock nacional”, afirmó el cineasta Ricardo Figueredo Oliva.
“El Instituto Cubano de la Música cerró el Maxim Rock. Hasta que averigüen qué pasó anoche, dicen. ¿Por qué no cierran el ICM hasta que averigüen qué es lo que lleva años pasando con el salario de los músicos? A botar el sofá y a tomar por culo los frikis... Just one more time”, escribió en su perfil de Facebook la cantante Liliam Ojeda.
Jandro Martínez, diseñador y editor, opinó que “un desliz era todo lo que se necesitaba para cerrarnos el Maxim Rock, y ahí está. Solo nos queda esperar que ahora el cierre no sea eterno”.
“Hace rato que se vienen haciendo los suecos con el salario de los músicos y ahora cierran el Maxim porque alguien (con muy mal gusto) se disfrazó de nazi en Halloween”, reflexionó la activista exiliada Daniela Rojo. “Les escandaliza un disfraz y no la violencia, la represión y el hambre extrema que hay en ese país, y después dicen que a ellos sí les importa el público rockero”.
En una extensa reflexión, el artista Leicester Correa sostuvo: “Cierran el Maxim Rock y se van a regalar una cena de blanco en no sé qué lugar, el problema no es el ‘disfraz’ (ojo!! Eso no estuvo para nada bien) ni la vestimenta ‘clara’ para hartarse, el problema y lo que no está ‘claro’ aquí es que para lo que les dé ganancias en especias a unos pocos sí y para la desgastada mayoría no, el problema está en pedir resistencias creativas y todo ‘eso’ a cambio de miserias de todo tipo en una sociedad que ya ni siente por donde nació, el problema también está en que seguimos predicando una ideología con la cual pocos se sienten identificados y acto seguido vendemos otro tipo de mercancía”.
Muchos cubanos opinaron que tanto la elección del disfraz como su premiación fueron un error, pero varios defendieron su uso en virtud de lo que motiva las fiestas de Halloween: el miedo en la Noche de Brujas.
“A mí en lo particular no me hace gracia ese disfraz, creo que a pocos les puede gustar algo así, que sea el ganador tampoco lo entiendo, pero menos que cierren una institución por eso. Es una exageración, hay miles, millones de cosas que ocurren a diario en este país que sí atentan contra nuestra cultura y no pasa nada, pero bueno, se trata del rock, el patico feo de los géneros en Cuba. Si hubiera ocurrido en el palacio de la rumba, las casas de la música, o cualquier peña folclórica no sería lo mismo”, consideró una persona.
“Están mal las dos cosas: que haya un idiot@ que se disfrace de nazi, y que cierren el Maxim. Eso apesta a plan de la inSeguridad del Estado”, dijo la activista identificada como Las Taniadas.
“Tienen que cerrar Cuba y largarse de una maldita vez. Dejarnos sanar. Necesitamos sanar”; “así nos hicieron con El patio de María, luego todos con la esperanza de que nos lo devolverían un día, cosa que nunca ocurrió”; “pero si el nazi mayor está allá y sin disfraz”, fueron otras de las reacciones y fuertes opiniones en contra de la determinación del gobierno de cerrar la institución cultural.
Los cubanos no descartan tampoco que sea un pretexto para suspender las actividades en ese centro a propósito de la crisis energética en Cuba, que ha llevado al cierre en todo el país de entidades que no están vinculadas directamente con la producción y los servicios básicos, como es el caso reciente de la Fábrica de Arte Cubano en La Habana.
Incluso, algunos sospechan que pudiera ser una maniobra para impedir la reunión de muchas personas y que pueda desatarse una protesta motivada por la actual crisis en el país.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (2)Archivado en: