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Cuba resumió este domingo su actuación en los XIX Juegos Panamericanos, en Santiago de Chile, con 30 medallas de oro, 22 de plata y 17 de bronce.
Santiago 2023 volvió a demostrar la supremacía de Estados Unidos (124-75-87), en la cima del medallero, y puso en evidencia la actual crisis del deporte cubano, otrora regente en el deporte panamericano.
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Detrás de los estadounidenses, Brasil (66-73-66), México (52-38-52) y Canadá (46-55-63) ocuparon las restantes posiciones cimeras, en ese orden.
Afortunadamente, la balanza se inclinó a favor de la delegación cubana en la pugna, medalla a medalla de oro, que tenía con la delegación de Colombia, que por una sola presea dorada quedó detrás de Cuba.
La última jornada del evento continental guardó más opciones para los de la tierra del vallenato, pero finalmente fue insuficiente su cosecha de metales áureos y se quedó con un total de 29-38-34.
También fue medida para valorar las posibilidades del deporte cubano, que distribuyó sus medallas doradas en la capital chilena de la siguiente forma: lucha (8), atletismo (7), judo (6), tenis de mesa (2), boxeo (2), canotaje (2), pesas (1), remo (1) y tiro (1). Los deportes colectivos no aportaron al score.
La cita panamericana fue un evento de cierre para el atípico 2023 que, en un mismo período, acogió otros torneos grandes como fueron los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador, donde Cuba terminó tercera en la tabla general con 196 medallas en general.
En Santiago de Chile se superaron los pronósticos precompetencia que, convenientemente, había establecido el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).
Días antes del inicio de la justa en Chile, el vicepresidente de ese organismo estatal, Ariel Sainz, declaró al portal deportivo JIT que “en cuanto a los propósitos competitivos… se ha sido realista y muy analítico en los estudios, al punto de considerar posible sumar de 18 a 22 títulos, de ocho a 12 medallas de plata y de 36 a 40 de bronce”.
Números que han intentado descifrar una realidad de medidas fallidas, falta de apoyos y decepciones de deportistas de alto rendimiento, que toman la decisión de abandonar las delegaciones y buscar futuros promisorios en otros escenarios. En Santiago no hubo excepciones y los ejemplos recientes fueron la fuga del bronce en 400 m con vallas Yoao Illas y de las cinco jugadoras de hockey sobre césped.
Con el quinto lugar ganado por las medallas de oro, la delegación cubana fue inferior a la propia Colombia, que terminó con 101 medallas, los argentinos con 75 y los anfitriones con 79.
En esta oportunidad, la delegación de la isla participó en el 54.5 % de las pruebas, es decir, en 232 de las 425 convocadas en 39 deportes, anotó JIT en su reporte. La no participación cubana en algunos eventos se justificó, “ya bien porque no se practican en el sistema deportivo cubano o porque no se lograron las plazas en eventos puntuales, en rutas de clasificación o a través de los rankings”, indicó.
Números que, además, son sazonados con los guarismos de deportistas que han abandonado las delegaciones nacionales. Sainz los ilustró “con cifras de 2022 y lo que va de 2023, cuando 109 y 78 integrantes del sistema deportivo causaron baja de los elencos nacionales, respectivamente. Además mencionó 33 bajas que impactan directamente en el medallero”, reflejó JIT.
El telón imaginario de los Juegos Panamericanos cayó en la noche de este domingo en el Estadio Bicentenario. A partir de ese momento el camino a los Juegos Olímpicos de París 2024 entra en conteo regresivo.
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