Cuba, que insiste en culpar a Estados Unidos de la crisis migratoria sin precedentes que atraviesa la isla desde finales de 2021, pidió a Washington cumplir con los acuerdos migratorios "en su integralidad", durante la ronda de conversaciones migratorias bilaterales que se celebró en La Habana.
El vicecanciller Carlos F. de Cossio dijo que en el encuentro de este 14 de noviembre con funcionarios estadounidenses se pasó revista a los acuerdos bilaterales existentes, dirigidos a lograr que "la migración entre ambos países sea regular, segura y ordenada".
Afirmó que la isla tiene "la disposición" de cumplir con los compromisos establecidos; pero consideró que Washington no cumple con esto porque mantiene vigentes medidas como el embargo y la inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, citó la Agencia Cubana de Noticias.
Para el régimen cubano los efectos socioeconómicos que se derivan de esas medidas son un importante estímulo para la migración irregular, que se ha disparado desde las protestas del 11 de julio de 2021 y ha vuelto a alcanzar cifras alarmantes en el último mes, a pesar de los programas impulsados por Washington, como el parole humanitario y la agilización de los trámites de reunificación familiar.
La Cancillería cubana instó a habilitar en la embajada de Washington en La Habana el servicio de visas de no inmigrantes, las cuales volvieron a ampliarse de tres meses a cinco años con entradas múltiples, como eran antes del gobierno de Donald Trump.
La isla manifestó su desacuerdo con el otorgamiento de asilo político en los Estados Unidos a los autores de secuestro de aeronaves e insistió que actos ilícitos de esa naturaleza pueden traer consecuencias peligrosas para la seguridad nacional de ambos países.
Washington respondió que las sanciones son necesarias para promover los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba y que hace importantes excepciones con fines humanitarios cada año en beneficio de Cuba.
El Departamento de Estado de EE.UU. dijo en un breve comunicado que las conversaciones eran "coherentes con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba."
Las conversaciones bilaterales sobre migración se celebran dos veces cada año.
Esta es la cuarta ronda desde la llegada al poder de Joe Biden, y ocurre cuando más de 18,000 cubanos ingresaron a Estados Unidos por sus fronteras terrestres y marítimas en octubre, la cifra más alta desde diciembre del pasado año, dando cuenta de que la crisis migratoria continúa sin fin.
En abril de 2022, ambos países retomaron en Washington el diálogo conjunto sobre temas migratorios, en medio de la mayor crisis migratoria en la historia de Cuba y de Estados Unidos, además de la tensión entre Washington y La Habana por la represión del régimen contra las protestas multitudinarias del 11J y las sanciones estadounidenses al régimen cubano.
Por Estados Unidos encabezó la reunión del martes Eric Jacobstein, subsecretario adjunto de Estado del Buró de Asuntos del hemisferio occidental del Departamento de Estado, junto a otras autoridades relacionadas con los temas migratorios.
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