Orestes Velazco es el clásico fajador, veloz, impetuoso; tiene pegada con ambas manos y a la vez, es un púgil inteligente. El cienfueguero forma parte de la escuadra cubana que se prepara en Salas Boxing Academy, que tiene su sede en Las Vegas.
Sabía de la buena fama de este gimnasio pero no que había tantos cubanos en él.
Háblame de ti ¿cómo llegaste? ¿Estabas en la Finca cuando decidiste buscar otro futuro?
Yo estuve en el CEAR “Cardín” y pertenecí a la preselección nacional pero con sede en Cienfuegos. Al tomar la decisión de abandonar la isla llevaba un año inactivo.
Vine por Guyana, en un extenso y cruel recorrido; no quiero ni acordarme. Salí de Cuba en 2019 y estuve detenido cinco meses y medio. Aquella frontera repleta con la caravana de los centro y sudamericanos. Yo venía con mi esposa embarazada y gracias a Dios la liberaron en par de semanas.
¿Qué te puedo decir? Tengo dos niños estadounidenses: Natasha, tres años y medio y John Jairon, de año y medio. Estoy poco a poco consiguiendo lo que me propuse: ¡vivir! No sobrevivir como se hace en Cuba.
Tremendo aliciente para seguir adelante esos dos pequeños.
Tengo todo mi empeño puesto en el ring, aspiro a ser campeón mundial; ya estoy entre los ocho primeros de la Organización Mundial de Boxeo, conocida como WBA, en las 140 libras. Tengo siete ko en ocho salidas, la última en septiembre pasado; no por gusto me dicen el “tsunami”. Pego con las dos manos y tengo un gancho de izquierda terrífico.
¿Anécdotas?
Puedo mencionarte dos sonadas victorias, una sobre el mexicano Abraham Martínez. Yo estaba entonces con el prestigioso entrenador Peter Roque. La otra sobre el argentino Marcelino López, hombre que tenía 22 nocauts en 39 salidas.
¿Por qué te fuiste de Cuba?
Sencillo: la situación imperante me obligó a emigrar. ¿Tú crees que mi esposa y yo queríamos venir por esa innoble travesía, máxime en su estado? Pero nos dejaron una sola puerta: ¡emigrar!
Acabado de combatir en el torneo Playa Girón me detienen y estuve preso desde finales de 2017 hasta finales de 2018 ¡un año de mi vida! Por defender a mi esposa. El jefe de sector se metió con ella y le dejé caer la derecha. Ahí me impusieron “peligrosidad y amenaza” ¿puedes creerlo? ¡Hasta dónde llega el abuso!
Y te hablo más, te hablo del boxeo. No existe una gota de respeto, sólo mira el número de boxeadores que han salido a buscar nuevos horizontes. A los que mandan en el boxeo no les importamos nosotros. Son una mafia, ponlo que lo digo yo.
Desde que el profesor Alcides Sagarra se fue (o lo fueron por decirlo mejor), nada ha sido igual. Sólo fíjate que además de Alcides y Sarvelio Fuentes (otro con el que acabaron) los mejores entrenadores que quedaban, Raúl Fernández y Juan Ricardo González Cedeño pasaron al retiro y ahora están guiando el boxeo en China… ¡en China! Haciendo campeones y medallistas olímpicos y mundiales ¡Esa es la verdad!
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