Los partidos nocturnos de béisbol en Sancti Spíritus, en tiempos de fuertes apagones, han dado paso a una polémica social donde hay gente a favor y en contra de que se realicen los juegos.
José Luis Rodríguez, director de la Unidad Presupuestada del Inder, detalló a Escambray que las 180 luces incandescentes del estadio consumen alrededor de 2 megawatts por partido.
El gasto energético se equipara al de ocho viviendas durante un mes, según agregó el director de la Empresa Eléctrica provincial.
En Cuba hace rato se juega la pelota de día por la crisis energética, pero en todo el mundo los partidos de béisbol son generalmente de noche, porque es mejor para la afluencia de público al espectáculo y para el rendimiento de los deportistas, sobre todo en un país donde el calor y el sol pueden ser un verdadero agobio.
La II Liga Élite del Béisbol Cubano, donde los Gallos van en racha de victorias, ha seguido adelante a pesar de los apagones en el país.
En Sancti Spíritus los aficionados discuten acaloradamente entre el disfrute deportivo que los juegos nocturnos y la conciencia de una crisis energética que azota desde hace años.
Los críticos subrayan la incongruencia de encender las luces de un estadio en tiempos donde el suministro eléctrico es un bien escaso. Otros ponen en entredicho la idoneidad de la liga y hay quienes consideran que es una falta de respeto estar gastando recursos estatales en juegos de pelota, cuando en Cuba no hay comida.
Muchas personas creen que decisiones como la de posponer o adaptar eventos deportivos reflejan el delicado balance que debe encontrarse en una isla que enfrenta desafíos en su infraestructura y economía, desde hace décadas, producto de la pésima gestión del gobierno.
La semana pasada el Estadio José Antonio Huelga dejó un juego inconcluso, porque en medio del partido un apagón el público quedó a oscuras. Las autoridades locales dijeron que fue por un desperfecto técnico, pero esa respuesta todavía no acaba de convencer a muchos cubanos.
En septiembre no se pudo desarrollar el Campeonato Nacional 9-10 años; la etapa final del Béisbol 5; la Copa Nacional de Béisbol femenino; y no se terminó el Campeonato Nacional sub-18, por no tener suficiente combustible para encender los estadios en tiempos de crisis energética en Cuba.
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