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Lis Cuesta Peraza está "encantada" de hacer turismo en Irán, adonde viajó como parte de la comitiva oficial que acompaña a su esposo Díaz-Canel en su visita a la nación islámica.
Cuesta, quien habitualmente se engancha en las giras internacionales del gobernante, aprovecha estos viajes a costa del erario público para darse gustos con los que el pueblo cubano no puede ni soñar.
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El lunes por la tarde, la "no" primera dama de Cuba visitó el complejo cultural histórico de Saad Abad en Teherán junto con otros miembros de la delegación, y se le vio muy animada tomando fotos con su celular.
Según el portal Mashreq, Lis recorrió el Palacio de los Museos Verdes de Mellat y el museo del Maestro Mahmoud Farshchian, donde los responsables le explicaron la historia, características y las obras históricas de ambas instituciones.
El complejo cultural de Saad Abad incluye más de 180 hectáreas de bosque natural, calles, galerías, palacios y museos.
Durante la visita, que duró unas tres horas, Cuesta expresó su satisfacción por el paseo y señaló que tiene la esperanza de poder ir en el futuro a todos los museos del lugar.
La delegación cubana llegó el domingo pasado a Irán, donde Díaz-Canel fue recibido por el Líder Supremo de la Revolución Islámica de Irán, Gran Ayatolá Seyed Ali Jamenei.
El gobernante mostró su intención de fortalecer los vínculos con el país islámico, y de que este se convierta en un actor económico importante para Cuba, sumida en una profunda crisis.
La visita forma parte de una gira oficial de Díaz-Canel por el Medio Oriente que empezó a fines de noviembre, para la cual el régimen rentó un avión de la compañía española Plus Ultra, cuyo costo para uso privado se estima que puede ser de 11,000 dólares por hora.
Además de Cuesta Peraza, integra la comitiva su hijo Manuel Anido Cuesta, un abogado que, al igual que su madre, es ya una figura usual en los viajes de su padrastro, aunque su papel institucional no está definido.
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