El gobierno del economista libertario Javier Milei, que asumió funciones como presidente de Argentina este 10 de diciembre, tiene preparado su primer paquete de medidas en favor del rescate económico que necesita la nación.
“Una de las principales líneas” de trabajo del nuevo ejecutivo es respetar, “a rajatabla, que no podemos gastar más de lo que tenemos”, dijo el portavoz presidencial, Manuel Adorni, durante la primera conferencia de prensa brindada en Casa Rosada, según reportó la agencia española EFE.
Adorni informó que será el nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, el encargado de dar a conocer este martes las directrices económicas que buscan “dar la batalla en términos de crecimiento de la economía y resolviendo problemas muy estructurales que tiene el estado argentino en términos de política fiscal”.
Además, el vocero de la presidencia de Argentina enfatizó en un aspecto determinante -que también estuvo presente en el discurso de asunción presidencial de Milei- y es acerca de que “la política monetaria tiene rezagos y lleva tiempo corregir”, por lo que “los cambios en los precios no es una novedad de hoy ni será de mañana”.
El objetivo, repetido por los integrantes del gobierno de esa nación sudamericana, parecen tenerlo definido. “El camino es claro, es cambiar la Argentina, terminar con esta Argentina de decadencia”, añadió Adorni.
Por su parte, la agencia France 24 recogió varios estados de opinión entre los argentinos asistentes a la ceremonia de toma de posesión de Milei, este domingo, en los que resaltaban las opiniones favorables al rescate económico que promete el nuevo presidente.
“Me dio esperanza, ganas de vivir”, “Hay que ajustar”, “Es un cambio para bien”, fueron algunas de las declaraciones de los argentinos a la agencia francesa.
Milei recibe un país sumido en su peor momento económico en dos décadas, con una inflación acercándose al 150%, más del 40% de la población en la pobreza y una millonaria deuda con tenedores de bonos y el Fondo Monetario Internacional.
En su primer discurso como presidente de la nación aseguró que recibe la peor herencia económica en la historia de Argentina y enumeró los problemas macroeconómicos que lastrarán a su administración: emisión descontrolada, déficit fiscal, control de cambios, elevadas tasas de interés, bajo nivel de actividad y alta inflación.
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