Las lluvias caídas en La Habana no impidieron este fin de semana la peregrinación de cientos de cubanos hacia el Santuario Nacional de El Rincón, en vísperas de la celebración de San Lázaro.
Uno de ellos fue un hombre que aseguró -en declaraciones recogidas por Cubanet- que lleva 17 años caminando desde La Habana hasta el paradero de Santiago de Las Vegas, y que una vez allí se arrastra con una gran piedra amarrada en la cintura hasta el Santuario.
A ratos boca arriba y a ratos boca abajo, el devoto se fue arrastrando hasta llegar a su meta. Imágenes difundidas en redes sociales por el citado medio independiente mostraron cómo iba custodiado por un miembro de Cruz Roja, algo frecuente en casos similares, que evidencian un gran esfuerzo físico.
"Me faltan tres años, 20 años de promesa. La lluvia no me dejó y lo tuve que hacer intercalado. No como otras veces que lo he hecho corrido. Pero San Lázaro me entiende. El lío es cumplir con él. Por nuestros hijos, todo", añadió el hombre, que no detalló el motivo que originó la promesa, al parecer relacionada con un familiar.
Aunque el día amaneció bajo una llovizna, causada por una baja extratropical que provocó fuertes lluvias en la región occidental, en el poblado de Santiago de Las Vegas cientos de personas caminaron desde antes de la madrugada hacia el lugar, donde los creyentes le entregan al santo sus ofrendas en pago a una promesa, o le piden un favor.
Un video difundido en las redes del santuario mostró a la multitud agolpada en las afueras de la iglesia, esperando el momento para rendir su tributo.
En el altar mayor del templo se venera la imagen y reliquias de San Lázaro de Betania, obispo de Chipre. Según explica la iglesia en su perfil de Facebook, Lázaro era un amigo y discípulo de Jesucristo que llegó a ser obispo y fue martirizado por su fe.
"Con el tiempo sería adoptado como protector de los lazaretos, leproserías y padecimientos de la piel, debido a su asociación con Lázaro, el pobre de la parábola de Lucas 16, 19-31", precisa la información.
Desafiando las limitaciones del transporte y del agotamiento físico, los fieles van en peregrinación con flores, velas, imágenes y tarjetas con oraciones para pedir cosas buenas en sus vidas.
La escena se repite cada año el 16 y 17 de diciembre, cuando se celebra la festividad de un santo al que miles de creyentes cubanos ven como milagroso y sanador.
Las autoridades calculan que se dan cita unos 15,000 fieles esos dos días ante el santuario, una pequeña ermita que se encuentra a orillas del poblado El Rincón, a cuatro kilómetros al oeste de Santiago de las Vegas, en el municipio Boyeros. Muchos llegan no solo desde la capital sino de otros puntos lejanos de la geografía cubana.
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