Un excombatiente de Angola denunció el abandono que sufre por parte del régimen cubano.
Después de dedicar toda su vida a trabajar para el gobierno, Yurbio González Romero, de Camagüey, llega a sus 57 años sin ni siquiera un techo donde vivir.
Yurbio relató a CubaNet que combatió en Angola y fue condecorado. A su regreso a Cuba se incorporó al Ministerio del Interior como miembro de la Policía y fue fundador de las Brigadas Especiales, que integró por 11 años.
Tuvo la desgracia de perder una pierna en un accidente de tránsito y al quedar discapacitado mermaron sus capacidades laborales. Por esa incapacidad, recibe una chequera de 800 pesos cubanos, que no le alcanzan "ni para una croqueta".
Al no tener donde vivir, el gobierno le propuso ir a un centro de refugiados, pero él asegura que allí se siente preso.
"Me dieron la opción de comer en un comedor, pero yo nunca voy porque duermo en la calle. Como lo que aparezca", afirmó.
Decepcionado, señaló que las mipymes con sus precios están matando de hambre al pueblo.
En su opinión, tiene que producirse un cambio de sistema para que la situación actual del país mejore.
"Toda esa cantidad de cubanos que están emigrando, es porque el gobierno no sirve", recalcó.
Son miles los cubanos que participaron en guerras y otras misiones en África y hoy malviven abandonados por el gobierno, sin una pensión que les permita vivir dignamente y muchas veces ni siquiera sin un lugar donde vivir.
A comienzos de mes trascendió el caso de Ernesto Tamayo Osorio, un excombatiente de guerra en Angola, que sufre aún las secuelas de las heridas en su cuerpo y sobrevive con una paupérrima pensión de 1,500 pesos al mes.
Tamayo, de 61 años y residente en Holguín, vive en la calle.
Las severas lesiones lo incapacitaron para el trabajo. "Cuando regresé a Cuba me dijeron que me iban a dar un retiro, pero me pasé más de dos meses sin asistencia", aseguró a CubaNet.
"Varias veces le he pedido ayuda al gobierno y todavía estoy esperando respuesta. Siempre me dicen que ahora no se puede, que siga insistiendo, pero ya me cansé. Me di cuenta que me estaban esquivando y no he ido más", relató.
"Aquí tuvo que venir una gente para que me regalen para poder comer. Valga la gente de la Iglesia, al Señor, que siempre me ayuda", agregó.
A finales de julio se conocía la noticia de un anciano excombatiente de las guerras de Angola y Etiopía que sobrevive comiendo sobras que encuentra en las calles de Holguín.
El veterano, identificado como Julián Hidalgo Expósito, contó que a veces pasa hasta tres días sin comer, y cuando el hambre es tan fuerte se come lo que encuentre: "Yo sé que si como del piso me enfermo, pero es peor morir de hambre", afirmó.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció en su cuenta de Twitter que "personas mayores, excombatientes, cuentan cómo después de luchar por la revolución, ahora el gobierno los tiene desamparados".
La organización compartió un video de la situación en la que malviven dos de estos ancianos, sin hogar y sin una pensión que les permita vivir con dignidad. Ambos se dedican a recoger latas en la basura y las calles para venderlas y poder comer algo.
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