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Una madre cubana recurrió a sus habilidades y creatividad para darle un regalo a su hija en este Día de Reyes.
Así lo hizo saber la usuaria Anays Cumba Savigne en el grupo de Facebook "Madres cubanas por un mundo mejor", desde donde mostró, además, fotos de su creación dedicada a su hija: una casa de muñecas.
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“Mi niña pidió una casa de Barbie, como somos padres humildes, que vivimos de un salario modesto, traté de complacerla con mis habilidades para hacerla feliz. Espero les guste”, escribió la mujer.
La casa tiene tres plantas, con una cocina, una sala, un baño, un cuarto, y una azotea con piscina, todos distribuidos y hechos con un cuidado que levantó los mejores deseos en el apartado comentarios de la publicación.
“Hermoso trabajo”, indicó una de las internautas del grupo.
Una abuela dijo: “Espectacular, ojalá yo tuviera esas habilidades, le hubiera hecho a mis nietas que van a pasar unos Reyes por debajo la mesa, me queda que tienen salud. Felicidades”.
Otra usuaria manifestó que su placer por el bello gesto de esta madre hacia su hija. “Qué lindo te quedó, espectacular, con el amor que lo hiciste, bendiciones para esas madres que día a día hacen que sus hijos tengan una infancia linda y con mucho amor”.
Incluso, algunas comentaristas plantearon que esas imágenes les traían recuerdos de su infancia.
“Me recordaron cuando era niña, también me dieron una casa así hecha por mis padres y mi abuela, me encantó mi casa hasta portal tenía, bellos recuerdos”, relató una madre.
En estas fechas se pone de manifiesto el ingenio de los padres cubanos para cumplir los deseos de sus hijos, en un país donde los juguetes son considerados un lujo.
Una madre en Cuba, al ser cuestionada en la calle por el portal de noticias Cubanet sobre que le compraría a sus hijos, dijo que un juguete se puede encontrar en 2,000 o 3,000 pesos y su salario no le daba para eso.
“Desde pequeña la pasé muy bien. Yo tuve una niñez y una infancia muy linda, muy linda, pero en este tiempo los niños no tienen niñez. No saben lo que es un juguete… no saben lo que es una confitura, no saben nada”, argumentó otra mujer en tono escéptico.
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