El régimen cubano asegura que está poniendo en marcha políticas para la inserción laboral de los jóvenes y para que no tengan que abandonar los estudios con el fin de ayudar a sus familias en medio de la crisis en el país.
La ministra del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, dijo a Granma que "existen posibilidades legalmente para que los jóvenes no abandonen los estudios y reciban alguna prestación económica por la asistencia social, de manera que puedan cubrir los ingresos monetarios que reclama su núcleo familiar y no tengan que dejar las aulas".
Sin embargo, en la actual crisis económica, política y social cubana muchos jóvenes están abandonando sus carreras universitarias y sus escuelas de formación profesional, para incorporarse a trabajar o empezar negocios informales.
El régimen no los protegerá a todos. A tono con las políticas que viene anunciando, también en el área de Atención Integral de la Niñez, la Adolescencia y las Juventudes harán un proceso de selección para atender a quienes estudian o trabajan y conviven en familias en condiciones de vulnerabilidad.
El Estado ya no desea que todos los cubanos sean universitarios, ahora plantean un "cambio de enfoque" para la "la búsqueda de la transformación y no el asistencialismo".
La Federación Estudiantil Universitaria (FEU) hará un proceso de identificación de los jóvenes que conviven con familias en situación de vulnerabilidad, e intentarán "rescatar" a los que ya han abandonado los estudios.
Los estudiantes que buscan alternativas para alcanzar ingresos económicos durante el periodo en que cursan sus especialidades, podrían incorporarse a "trabajos asociados a sus perfiles". El régimen necesita "aprovechar su talento y formación en labores de mayor calificación".
Otro tema de interés para el gobierno es la natalidad. Las jóvenes que están estudiando y salen embarazadas tienen derecho a prestaciones durante su maternidad, como cualquier mujer trabajadora.
"Podrán disfrutar de la licencia prenatal, prestación económica posmaternidad. Vencida esta etapa, igualmente, tiene una prestación social hasta que el niño arribe a los 15 meses de nacido, la que puede extenderse a algún familiar para que pueda cuidar al niño y permitir que la joven continúe sus estudios, que es el objetivo final para que ninguna joven apta y en condiciones de estudiar o trabajar, se desvincule", expresó Feitó Cabrera.
En esta etapa de inflación y encarecimiento de los servicios básicos, el régimen se queja de que existe un grupo de jóvenes en trabajos informales.
"Estamos cambiando el enfoque de la informalidad, el asunto es respetar los derechos que establece el Código del Trabajo. Hay que verlo con enfoque diferente. Todas las personas que estén trabajando en esta vía deben exigir una formalización de su situación de trabajo", advirtió la ministra.
En el verano pasado los datos oficiales indicaban que unos 800 mil jóvenes cubanos no están vinculados ni al estudio ni al trabajo. El abandono escolar es tan alto que solo en Sancti Spíritus, casi el 20 por ciento de los estudiantes universitarios dejaron sus carreras.
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