El gobierno de Miguel Díaz-Canel afirmó estar listo para comenzar a exportar plátano burro para el mercado canadiense. Y no es broma.
“La Empresa Integral Agropecuaria Las Tunas (AGROINT) prepara la primera exportación de plátano burro para el mercado canadiense”, indicó en sus redes sociales el ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX).
El organismo indicó que AGROINT es la “primera empresa exportadora de Las Tunas” y que, con este nuevo rubro, “consolida su posición en el ámbito empresarial cubano y promueve posibilidades para la inversión extranjera”.
“Esta es la Revolución”, afirmó el MINCEX en una etiqueta que acompañó a la publicación, dejando a varios usuarios preguntándose si el tono de la frase era de orgullo o de constatación del fracaso.
Utilizado popularmente para aliviar el hambre en Cuba, el plátano burro o “fongo” (como se le conoce en el Oriente de la Isla), es apreciado como uno de los alimentos más económicos y modestos de cuantos se cultivan en Cuba.
La noticia de la exportación de esta variedad de plátanos a Canadá resulta sorprendente, en tanto sus cualidades gastronómicas distan mucho de otras variedades como la banana o el plátano macho, uno de los reyes de la cocina cubana y con el cual se elaboran desde chicharritas y tostones, hasta el fufú de plátano verde.
Sin embargo, con el plátano burro, también se pueden preparar estas recetas, pero no dejan de ser sucedáneos ante la falta de las frutas originales. De consolidarse como rubro de exportación, el plátano burro podría sumarse a la lista de productos en “extinción” en la mesa de los cubanos.
De ocurrir esto, en medio de la escasez de alimentos que golpea a la población, ¿cómo podrán los cubanos preparar “ropa vieja” con cáscaras de plátano? ¿Qué “estímulos” dará el gobierno a los profesores o trabajadores destacados de ETECSA si empieza a exportar los plátanos burros?
En abril, una mano de estos humildes plátanos costaba 100 pesos cubanos en Las Tunas. ¿A cuánto subirá ahora el plátano burro en esta provincia si la empresa tunera AGROINT empieza a exportarlos al mercado canadiense?
En 2017, científicos cubanos consiguieron crear un clon de plátano burro resistente a los insectos. El entonces ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez, instaba a recuperar la producción de plátano burro, “una vianda de alta demanda por la población y el turismo”.
Las virtudes de esta fruta también eran glosadas en un artículo de 2021 de Cubadebate, que resaltaba que “el plátano es muy alimenticio”, y como ejemplo de ello sostenía que “fueron empleados por los negreros ingleses para dar de comer y sostener las dotaciones de esclavos durante su travesía hacia América y el Caribe”.
“Nos jodimos, se acaba el puré de plátano y los tostones”, sentenció este jueves un cubano en la publicación en Facebook del MINCEX.
"Sabemos que es complicado encontrar los alimentos del día a día... pero confianza, la única salida es la revolución y el socialismo", dijo a finales de septiembre el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández.
No hay que perder la esperanza, aunque se pierdan los plátanos burros. Y hay que priorizar el mercado canadiense, porque cuando se descongelen los ríos de ese país, los cubanos podrán recibir un puñado de chícharos por la libreta. Y entre las "distorsiones" que hay que corregir está la balanza comercial.
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