Un youtuber dominicano que estuvo de visita en Cuba entrevistó a quien él denominó "el hombre más temido de Santiago de Cuba", para que le contara cómo es la vida en las cárceles de la Isla.
Pablo José Rodríguez, identificado en sus redes como Capricornio TV, conversó con Frank Guevara, un cubano que ha estado preso numerosas veces, incluso siendo menor de edad, y que es conocido en su localidad por haber cortado más de 100 caras.
Guevara, que ostenta cicatrices de heridas de arma blanca en el rostro y su cuerpo, vivió en Santiago con su madre hasta los siete u ocho años, en que su padre se lo llevó para La Habana, donde las cosas eran muy diferentes a su barrio natal.
Un suceso lo marcó: en la escuela, pinchó a un niño con un compás de dibujo y este se murió. Guevara asegura que fue sin querer, no obstante, pasó por centros de reeducación de menores durante cuatro o cinco años, y ahí cambió para siempre. Cuando volvió a Santiago de Cuba ya era otro.
Desde los 16 años tuvo altercados violentos e incluso a un hombre le dio dos tiros. Pero la primera vez que fue a la cárcel fue por desertar del Servicio Militar. Cuando entró, muchos de los reos ya lo conocían. Estuvo un año allí hasta que le dieron la baja por enfermedad, tras diagnosticarle esquizofrenia.
Al salir en libertad, tuvo una pelea con un policía que le valió otros tres meses en la temida Cárcel de Boniato, donde logró imponer respeto luego de varios enfrentamientos con otros presos.
Ahí comenzó un largo camino de violentas peleas tanto en la calle como en otras estancias que pasó en prisión, una historia que contó con detalles al youtuber dominicano.
Recientemente Capricornio TV confesó que regresó traumatizado de Cuba, donde visitó barrios marginales y vio de primera mano cómo vive la población más vulnerable de la Isla.
En el barrio de Chicharrones, ubicado al sur de la periferia de Santiago, le impresionaron mucho los bolillos, una bola de hierro que se usa para pelear o para defenderse de una agresión.
Al dirigirse a un grupo de jóvenes que en plena calle jugaban a las cartas por dinero, estos reconocieron sin pudor que todos ellos tenían esa especie de arma artesanal, que provoca un fuerte daño a quien se la lancen.
"Aquí todo el mundo ha peleado o le han dado con ella", afirmó uno.
Su recorrido por el barrio lo plasmó en su cuenta de YouTube. El youtuber conversó con vendedores de café, cigarros y viandas y verduras, vio a los niños jugando en la calle y se asombró porque, a pesar de la crisis, la gente es alegre.
"El bajo mundo de Cuba. La prisión más grande del mundo", subrayó.
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