Un adolescente cubano que tenía un tumor cerebral y estaba esperando por una visa humanitaria para tratarse fuera del país falleció el domingo.
La noticia la dio a conocer su tía, Ailencita Peña, en una publicación en Facebook.
"Me quedé con ganas de decirte tantas cosas, que creí que siempre tendría tiempo para hacerlo, pero no fue así. Te marchaste a un viaje sin retorno y ahora es demasiado tarde para mí. (...) El tiempo nunca se detiene, se detuvo para ti, pero para mí sigue corriendo. Dicen que es sabio y que cura heridas, pero yo digo que no las cura, que sólo las maquilla, las tapa y nunca dejan de doler... siempre duelen", escribió.
El joven fallecido, nombrado Alejandro Ruiz Espinosa, estuvo casi un año ingresado en el hospital oncológico de Camagüey, donde fue sometido a varias cirugías sin éxito.
En diciembre, al ver su deterioro de salud, Ailencita pidió con urgencia una visa humanitaria o su traslado a un hospital con mejores condiciones en Cuba.
"Su padecimiento primario es un tumor arraigado al tallo encefálico, astrocitoma le llaman los que saben. Hemos perdido la cuenta ya con las veces que lo han operado. 'Esta vez si', decían los médicos, pero siempre hay un fallo, siempre hay algo que está mal. Meningo, trombosis, bacterias, hongos, anemia, gastritis y ahora una atrofia muscular que le causa mucho dolor...", describió.
Según relató la mujer en aquella ocasión, una semana después de la última operación para ponerle un catéter al menor por la vía biliar, los médicos decían que todo estaba bien, hasta que la madre del paciente se dio cuenta de los síntomas que estaba presentando, y tuvieron que llevarlo urgente al salón a operar de nuevo.
"En la radiografía y en el ultrasonido nadie se dio cuenta. Si su mamá no se hubiese percatado hoy no sabríamos que hubiese pasado. ¿Qué está pasando que cada vez que se procede todo está mal? ¿Por qué no se puede detectar una inflamación mediante una revisión médica con los instrumentos requeridos?", cuestionó entonces la tía.
Alejandro empezó a padecer desde los 10 años de un astrocitoma grado 1 en el tallo encefálico, un tumor benigno que produce grandes cantidades de líquido en la cavidad craneal, y que si no se extrae correctamente puede acarrear consecuencias graves.
En marzo pasado, cuando tenía 15 años, su familia pidió ayuda en las redes sociales para conseguir un catéter que no estaba en existencia en el hospital de Camagüey.
"Que nos ayuden a encontrar un catéter para hidrocefalia hasta el peritoneo. Nos urge mucho. Lo pagamos a cualquier precio", suplicó entonces su tía.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: