Los restos mortales del joven cubano Yariosqui Meriño Betancourt, quien falleció el 13 de diciembre en México víctima de un ataque al corazón, pudieron ser trasladados a su natal provincia de Guantánamo, según comunicaron en redes sociales familiares que agradecieron a quienes colaboraron para que se pudiera concretar la repatriación.
Dailin Casamayor explicó que el cadáver del joven de 30 años arribó a La Habana sobre las 12 del día del pasado jueves y detalló que apenas el cuerpo fuera trasladado a Guantánamo, la familia avisaría de los detalles para quienes desearan asistir al velorio.
"De todo corazón, repito, muchísimas gracias a todas las personas que nos ayudaron tanto en Cuba como fuera de ella. Sin toda la cooperación de todos no hubiéramos podido darle una digna sepultura a 'Pochi', como todos lo conocimos", precisó Casamayor.
En otra publicación el pasado sábado, Rosmeri Hernández, prima del joven fallecido, reiteró el agradecimiento y precisó que el carro llegaría en la madrugada del 4 de febrero y que el velorio sería ese día en la funeraria sita en la calle Pinto entre Luz Caballero y Máximo Gómez.
Ambas publicaciones fueron seguidas de decenas de comentarios de amigos y allegados a la familia cubana, que sufrió una pérdida tan irreparable.
La concreción de la repatriación de los restos mortales del cubano fallecido confirma lo que puede la solidaridad y la unión de muchas personas ante una causa que toca los corazones sensibles.
Yariosqui Meriño Betancourt -quien era un apasionado del fisiculturismo- llevaba un año viviendo con parte de su familia en el municipio de Jalapa, en el departamento nicaragüense de Nueva Segovia, cuando decidió marchar hacia México.
Llevaba apenas tres semanas en territorio mexicano cuando sufrió un infarto. En el momento de su deceso, el joven ya se encontraba incluso trabajando en una tienda.
En un conmovedor video compartido en redes sociales a mediados de diciembre por el medio nicaragüense Jalapa Visión, Yusmila Abad Betancourt, hermana del joven fallecido, suplicó entre lágrimas ayuda para repatriar el cadáver de su familiar.
La estremecedora escena parece haber tocado el corazón de muchas personas que contribuyeron a que se pudiera asumir finalmente el costo de la repatriación del cadáver a Cuba, cuyo estimado era de unos cinco mil dólares.
Lamentablemente en los últimos años no pocas familias cubanas se han visto obligadas a recurrir a peticiones similares con tal de poder repatriar los restos mortales de sus allegados, sorprendidos por la muerte en las más variadas, pero siempre trágicas circunstancias.
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