El “movimiento de cuadros” del régimen cubano aterrizó en la oratoria del presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), Esteban Lazo Hernández, quien echó mano del último discurso del dictador Raúl Castro para justificar las recientes destituciones de dirigentes en el gobierno de su sucesor designado.
Reunido por videoconferencia con integrantes de las asambleas municipales, el veterano “cuadro” del régimen criticó la ausencia de “temas de primer orden en el país que no se están discutiendo en las Asambleas”, según el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.
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No recordó Lazo que la institución que dirige tomó la decisión en octubre pasado de suspender las asambleas de rendición de cuenta “por falta de combustible”, pero sí retuvo en su memoria las palabras de Castro en el discurso por el aniversario 65 de la llamada “revolución”, pidiendo a los dirigentes cansados que renunciaran a sus puestos.
“Raúl hizo hincapié en un grupo de cosas que son clave: el papel de los ‘cuadros’, la responsabilidad de los ‘cuadros’, hizo mucho hincapié en la auto-preparación, dijo con dos palabras: ‘el cuadro que no se prepare y no tenga conocimiento para hacer las tareas, mejor que deje el cargo’. Lo dijo con toda claridad el día primero”, afirmó.
El pasado 1 de enero, en un aviso a navegantes, el general que disfruta de su plácido retiro en Cayo Saetía alertó: "Quienes, por insuficiente capacidad, falta de preparación o simplemente por haberse cansado, no estén a la altura que exige el momento, deben ceder su puesto a otro compañero o compañera dispuesto a asumir la tarea".
“Raúl habló de la auto-preparación, de la necesidad de la superación constante, de la capacitación de los ‘cuadros’. Dedicó bastante tiempo a hablar de la unidad. ¡La unidad es clave para estos tiempos!”, añadió Lazo, quien divagó largo y tendido sobre “el arte de unir que caracterizó a nuestro comandante en jefe”, dejando al descubierto la estrategia de persecución y eliminación de la pluralidad de Fidel Castro, que le llevó a implantar el totalitarismo comunista en Cuba.
La reunión que, según la prensa oficialista, sirve para “trasladar a las bases los principales asuntos que preocupan y ocupan a la nación”, confirmó que -a pesar de la impotencia del régimen para solucionar la crisis sistémica que atraviesa- su capacidad para que rueden cabezas (o dar cocotazos) se mantiene intacta. Y con ella, la de desviar el foco de atención sobre su incompetencia para cambiar el orden de cosas actual en la Isla.
Sin embargo, la reciente defenestración de Alejandro Gil Fernández, o la de Manuel Sobrino Martínez, y sus reemplazos por otros "cuadros" de la "continuidad" no convence a la población cubana acerca de una mejoría en su situación, ni resulta creíble como indicador de un cambio de rumbo en sus políticas.
La ineptitud ya ha hecho metástasis en el régimen cubano, desde el gobernante Miguel Díaz-Canel hasta el "cuadro" más pintoresco del continuismo, el coordinador nacional de los CDR, Gerardo Hernández Nordelo. Las figuras decorativas, y las invisibles que detentan el poder real de la dictadura, "avanzan" a la deriva.
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