La activista política cubana Diasniuka Salcedo Verdecia, quien salió de Cuba bajo amenaza de ir a prisión si no abandonaba el país, se encuentra ya en México, donde intentará seguir a Estados Unidos.
Diasniurka, que el pasado 11 de enero se fue con su esposo y dos de sus hijos vía Nicaragua, reveló a América TeVe que ya aplicó para tratar de entrar a Estados Unidos.
La defensora de los derechos humanos es madre de varios hijos adoptados. El régimen no le permitió llevarse a dos de ellos; incluso, a uno lo viraron para atrás en el mismo aeropuerto de La Habana. Los niños siguen en Cuba, al cuidado de su abuela.
"De los dos hermanitos, uno de ellos fue virado en el aeropuerto con su pasaje comprado, no permitieron que pudiera salir conmigo. Y allí me estuvieron hostigando los de la Seguridad del Estado, junto con las personas de Inmigración...", denunció.
"Ha sido muy difícil dejar a mis niños atrás, porque aún en este momento en mi casa hacen actos de repudio, les gritan, no pueden dormir por la noche, echan basura...", describió.
De su travesía por Centroamérica, relató que ha sido muy difícil, pues además de ser retenida por los retenes que la extorsionaron y le quitaron dinero, ella viaja con su niña de dos años que es diabética, hipertensa y padece de una malformación, y durante el trayecto cayó en crisis. Asimismo, la propia Diasniurka tiene un cáncer de páncreas.
La disidente, quien se ha enfrentado abiertamente a la dictadura, fue juzgada y condenada a ocho años de prisión por supuestos delitos de propaganda enemiga, instigación a delinquir, ultraje a los símbolos nacionales y difamación de una figura pública.
Ella estaba en espera de la respuesta a su apelación, cuando le comunicaron que si no se iba de Cuba antes del 15 de enero entraría a la cárcel.
Desde que a finales de noviembre, se plantara con un grupo de madres frente al Ministerio de Salud Pública para exigir atención médica a varios niños enfermos y denunciar la crisis del sistema sanitario en la Isla, la Seguridad del Estado intensificó el acoso contra ella y la amenazó con quitarle a sus hijos.
La activista fue llevada a juicio el pasado 13 de diciembre. Además, la visitó una comisión de la FMC, los CDR y trabajadores sociales, que la tildaron de "mala influencia" para los menores y le advirtieron que podían detener el proceso para otorgarle su custodia legal. Se trata de cinco niños –huérfanos, con padres presos o que los maltrataban–, que ella acogió hace años.
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