Anisleidis Bueno, una madre cubana que está presa y cuyo hijo de 16 años fue asesinado a puñaladas en una fiesta callejera en Santiago de Cuba en diciembre, ofreció un desgarrador testimonio en el que transmitió su experiencia a otras madres, a las que aconsejó que cuiden a sus hijos, que hablen con ellos, que los lleven al psicólogo si hace falta y que nunca los maltraten físicamente.
Bueno -quien tiene 35 años y se encuentra recluida en la prisión de mujeres de Mar Verde- mostró en un video difundido por el periodista independiente Yosmany Mayeta dos cartas que recibió de su hijo el pasado año, cartas que mostraban cuánto su hijo la extrañaba, la necesitaba y en las que él le decía a ella que fuera fuerte.
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“En mayo ya mi hijo me parece que se estaba despidiendo de mí”, dijo con pesar la mujer, quien aseguró que hace públicas las cartas para las madres que tienen hijos grandes, que tienen muchos hijos y que a veces no ven o no se dan cuenta de lo que ellos pasan, de lo que sufren.
En las cartas en cuestión el menor, que murió asesinado apenas unos meses después, hacía referencia a la nostalgia de los buenos y malos momentos vividos junto a su mamá y le daba fuerzas para resistir hasta que fuera liberada de prisión.
“En la vida pasan muchas cosas. El corazón tuyo es de hierro, tú aguanta hasta que te den la libertad. Esos son obstáculos que pone Dios para que seamos fuertes. Todo pasa, no llores más. Sé fuerte que todo aquí va a estar bien. Te quiero mamá, te amo mamá”, decía la última de esas cartas del joven Drayan Enrique Cuevas Bueno.
Anisleidis admite que ella recurrió en varios momentos a la violencia física contra su hijo porque era malcriado, pero asegura que eso cambió desde que entró en la cárcel, que de algún modo la volvió más compasiva.
“Cuiden a sus hijos, denles confianza, no les den tanto golpe. Fui una madre que le di mucho a mi hijo, pero gracias a Dios cuando caí presa parece que la vida… más nunca le levanté la mano a mi hijo, hablaba mucho con él cuando yo estaba aquí en casa…pero yo no estaba aquí”, lamentó Anisleidis, quien dice que los tres días de pase que le daban no era tiempo suficiente para enmendar muchas cosas que estaban mal.
La madre cubana instó en su mensaje a otras madres a estar pendientes de sus hijos que están en la calle, aunque ellos tengan 15 ó 20 años.
“Son los hijos de nosotros, vamos a cuidarlos, vamos a llevarlos al psicólogo… Por cosas de la vida yo caí presa y su papá había fallecido cuando él tenía nueve años, también perdió a su padrastro, que había sido como su papá… se quedó como dueño del mundo, sin nadie, sin mamá que tuviera ahí”, dijo afligida Anisleidi.
“Cuando tú no tienes tu papá ni tu mamá tú no eres nadie. Hay gente que sí se crece en la vida, pero un niño como él no se iba a crecer”, reflexiona desde el dolor la mujer, quien subraya que, aunque había otros familiares junto a él, a su hijo le faltó el rigor de no tener madre ni padre.
Anisleidi Bueno dice que hace esfuerzos por salir adelante, la han puesto a trabajar, pero admite que está “vacía”.
“Más nunca voy a estar bien por mi bebé, ese era mi bebé”, dijo al concluir su estremecedor testimonio.
En el texto que acompañó a las declaraciones de Anisleidi, Yosmany Mayeta precisó que el caso lo toca de cerca porque la mujer fue su compañera de escuela.
“En lo personal este lamentable hecho me toca y más ahora, a casi dos meses de este asesinato, porque Anisleidis Bueno estudió conmigo desde la primaria y secundaria en Altamira. Siento mucho lo que está viviendo y más cuando sale de pase y no puede ser recibida por su hijo mayor, quien fue cruelmente masacrado”, apuntó.
“Pido una oración por Anisleidis Bueno para que pueda encontrar un poco de consuelo. Exijo justicia por el asesinato de Drayan Enrique y pido que todo el peso de la ley caiga sobre el culpable”, concluyó Mayeta Labrada.
Según trascendió en su momento a través del propio periodista independiente, el joven de 16 años fue asesinado durante una fiesta por una persona con la que anteriormente había tenido problemas.
Según el relato de los hechos, a Cuevas Bueno le propinaron una primera puñalada en la que el asesino le dijo “te di para que veas que sí soy guapo”. En la segunda puñalada recibida, el joven asesinado clamó a su victimario -conocido como Rey- que no continuara.
En ese momento ya trascendió que la madre Drayan Enrique Cuevas Bueno estaba en prisión y que su papá se había suicidado.
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