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El disidente ruso Alexei Navalny, principal figura de la oposición contra Vladimir Putin, falleció en la cárcel de Siberia en la que estaba cumpliendo una condena de 19 años. Tenía apenas 47 años.
La noticia fue dada por medios de oposición en Moscú y confirmada por el Servicio Penitenciario Federal Ruso.
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Los servicios penitenciarios del distrito autónomo de Yamalo-Nenets informaron que Navalny enfermó este viernes en la colonia correccional Nº 3 durante una caminata y que "perdió el conocimiento casi de inmediato".
Según el comunicado, le enviaron médicos y le llamaron a una ambulancia. "Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado".
La nota oficial del gobierno concluye diciendo que se están estableciendo las circunstancias del deceso y que se enviaría una comisión a la colonia.
Navalny fue trasladado a finales del año pasado a ese penal del Ártico, considerado uno de los más duros del país y uno de los más alejados de la civilización.
Su última aparición pública fue el jueves, cuando compareció ante el tribunal de la Corte Suprema. A pesar de estar encarcelado, no se le notaba ningún signo de enfermedad ni nada que presagiara su muerte. Por el contrario, mostró buen humor e incluso mostró su ironía haciéndole bromas a los funcionarios de seguridad.
"Les enviaré mi número de cuenta bancaria personal, así me pueden enviar dinero del gran sueldo de la Corte Federal, porque me estoy quedando sin dinero. Gracias por sus decisiones. ¡Así que envíen!", dijo entre risas.
Durante años, el activista denunció la corrupción dentro de la cúpula del poder ruso. Figura muy conocida en Rusia, intentó presentarse como candidato a la presidencia del país en 2018, pero fue vetado.
Llevaba en prisión desde enero de 2021, cuando volvió a Moscú desde Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de los daños causados por el agente nervioso con el que fue envenenado, un intento de asesinato que el achacó al Kremlin.
En esa ocasión, fue sentenciado a tres años y medio de cárcel por presuntamente haber violado las condiciones de su libertad condicional.
El presidente Joe Biden, pidió entonces su liberación "inmediata y sin condiciones", y alegó que la situación del opositor ruso le preocupaba mucho a Estados Unidos y a toda la comunidad internacional.
Al año siguiente, un tribunal ruso le sumó otros nueve años por delitos de fraude.
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