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El reconocido abogado, políglota y diplomático cubano Gabriel Calaforra falleció este domingo en La Habana a los 90 años.
Su fallecimiento ha conmocionado a la comunidad artística y cultural en La Habana, que lo recuerda como el autor de una tertulia que los lunes convirtió su casa de la calle Lealtad en 'un oasis' para artistas, escritores, disidentes y 'gente inquieta' que lo consideró un maestro y el sensei de la disidencia silenciosa cubana.
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"Una publicación en Facebook no es un epitafio digno para despedirse de un amigo. Luz en tu viaje querido Gabriel Calaforra, La Habana ( 1933-2024). No es suficiente decir que fuiste diplomático, políglota y un estudioso de la cultura asiática. Fuiste también el maestro generoso al que acudíamos en busca de algún libro, de una conversación o un buen consejo", expresó el artista Yornel Martínez Elías en una publicación en la red social.
"Tu casa los lunes fue un oasis para gente inquieta, artistas, escritores, amigos… tu grandeza ética e intelectual nos influyó a muchos. Me preciaré, siempre, de haberte conocido, al menos un rato en este Samsara", subrayó.
La curadora Elvia Rosa Castro lo calificó como "el sensei de la disidencia silenciosa cubana" y hombre culto.
Asimismo el artista Hamlet Lavastida afirmó que "siempre abriste tus puertas para la Libertad, la cultura y la educación" en su casa de la calle Lealtad, que "siempre será ese refugio para los que soñamos una Cuba libre de toda esa legendaria opresión, esa obsesión del poder político por ensuciarlo todo".
Calaforra nació en Camagüey en 1933 y destacó por su brillante carrera académica.
Se graduó en Derecho Internacional en la Universidad de La Habana y posteriormente se unió al Servicio Diplomático cubano. Entre 1960 y 1965, desempeñó el cargo de encargado de Negocios de Cuba en Copenhague, Dinamarca, durante uno de los momentos más intensos de la Guerra Fría.
Asimismo, fue un reconocido políglota que dominó más de 10 idiomas.
Viajó por una veintena de países y estudió sus culturas, especializándose en la asiática.
Su compromiso con la causa internacional lo llevó a trabajar en la Organización de Solidaridad de los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAL), donde creó vínculos con el periodista independiente Yndamiro Restano.
Durante esa época, Calaforra se sumó al movimiento de estudio de la socialdemocracia europea llamado "Armonía", que buscaba activar la iniciativa civil.
En 1992 su vida atravesó un polémico capítulo cuando agentes de la Seguridad del Estado lo visitaron en su hogar y encontraron un boletín en el que se comparaba a Fidel Castro con Hitler.
Calaforra fue trasladado al cuartel de la Seguridad del Estado en Villa Marista, donde fue interrogado durante 37 días, según reveló en una entrevista con Verónica de la Vega para el medio independiente Diario de Cuba.
A lo largo de casi tres décadas, abrió las puertas de su casa a artistas e intelectuales y poco a poco estableció un espacio conocido como el "Morning Monday Club".
El multilingüe intelectual, es autor de obras como Misión en Dinamarca, El mundo de los vikingos, Mongolia (1980), India (1985) y Marco Polo (2010), estos últimos publicados por la editorial Gente Nueva.
En una entrevista de 2015, Calaforra expresó su percepción sobre la muerte y su esperanza de buenos encuentros más allá de esta vida. Además, ofreció su visión sobre la situación en Cuba, describiéndola como un "cáncer terminal" que requería una difícil operación y una recuperación dolorosa, pero en la que confiaba en el triunfo del pueblo cubano cuando las condiciones fueran propicias.
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