El régimen cubano impidió al sacerdote Jorge Luis Pérez Soto despedir a un paciente que se encontraba ingresado grave en un hospital de La Habana.
Pérez Soto, párroco de San Francisco de Paula, en el municipio Diez de Octubre, acudió al Hospital Manuel Fajardo, después que los familiares de un paciente que está en la UCI le pidieran el sacramento de la Unción.
"Me ha sido negada la entrada porque está prohibida. Ciertamente no he sido maltratado más allá de la negación de un derecho", denunció en su Facebook.
"Comprendo la gravedad del cuidado que merecen los enfermos. Existen modos de entrar o salir adecuadamente de un lugar así. Si no, lo atestigüe el estudiante de Medicina que salió justo delante de mí", agregó.
El cura cuestionó si la libertad religiosa en Cuba no incluye la posibilidad de que las personas soliciten los sacramentos de la Fe para sus familiares moribundos y que estos puedan ser acompañados espiritualmente y adecuadamente por un ministro de la Iglesia.
También comentó la gravedad de negar los auxilios espirituales a una persona en estado probablemente final y aseguró que no es la primera vez que le ocurre.
"Entonces, ¿es algo institucional o personal?", preguntó.
"Mientras tanto, un enfermo, que es más que un cuerpo para tratar porque tiene un alma inmortal por la que velar, se debate en los finales de esta existencia terrena. Dios es misericordioso. Lo asistirá Él mismo. Se digne igualmente de asistir con su misericordia a los que vulneran sus derechos religiosos en esta hora", concluyó.
Este sacerdote ha sufrido otras veces el asedio de las autoridades castristas.
En febrero de 2022, le prohibieron entrar a la Universidad de La Habana a un acto con el Cardenal Beniamino Stella, enviado del Papa Francisco, a pesar de que había sido invitado al acto por la Iglesia.
"Fui excluido de la lista por 'otras' personas", denunció.
No obstante, Pérez Soto aseguró entonces que estaba "feliz" por eso, y también muy feliz y orgulloso de ser hijo de la Santa Iglesia Católica.
En 2020, durante una misa dominical, aseguró que "cuando un gobernante no está dispuesto a dimitir, a quitarse del medio, es un tirano" y que "ningún gobernante está por encima de su pueblo".
"Ningún César está puesto por Dios en este mundo. La autoridad política no está por encima del pueblo", añadió.
Cuba y Nicaragua son los únicos países latinoamericanos incluidos en la lista negra de Estados Unidos sobre libertad religiosa.
En enero, el Departamento de Estado identificó un total de 12 naciones "que concitan especial preocupación por haber perpetrado o tolerado violaciones particularmente graves de la libertad religiosa", según una declaración emitida por el secretario de Estado Antony J. Blinken.
Los otros países son Birmania, República Popular China, República Popular Democrática de Corea (RPDC), Eritrea, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán.
Además, el informe anual sobre Libertad Religiosa Internacional del organismo gubernamental aseguró que el régimen cubano intensificó represión contra líderes y activistas cristianos durante 2022.
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