En medio de la crisis de transporte, ciudadanos de Santiago de Cuba se ven forzados a usar un camión para llevar un ataúd al cementerio, por la incapacidad gubernamental de proveer servicios básicos.
El periodista Mario J. Pentón mostró un video en sus redes sociales con la denuncia hecha desde el municipio santiaguero Palma Soriano, donde los residentes presenciaron una escena que pone en evidencia la grave crisis de servicios fúnebres en el país.
El ataúd, conteniendo el cuerpo sin vida de un ciudadano, fue transportado al cementerio en un camión ruso B8, utilizado normalmente para el transporte de caña.
Esta imagen, que circula en redes sociales, es un claro testimonio de la situación de desamparo que enfrenta la población cubana ante la escasez de vehículos fúnebres y de combustible para que funcionen los pocos carros que hay.
Este hecho no es un caso aislado. Recientemente, en Holguín y Camagüey, se reportaron incidentes similares con los habitantes recurriendo a triciclos y riquimbilis, respectivamente, para realizar el último viaje de sus seres queridos.
Tales sucesos ilustran cómo la crisis de combustible y transporte afecta incluso los servicios más esenciales en Cuba.
Estas denuncias, compartidas ampliamente en redes sociales y medios independientes, resaltan el contraste irónico con las promesas del comunismo de antaño.
La crítica situación del transporte fúnebre en Cuba no es solo un ejemplo más de los desafíos que enfrenta la población, sino un calco de la realidad socioeconómica que castiga incluso a los que ya han partido.
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