El presentador Ismael Cala reveló por primera vez por qué su forma de hablar no es la típica de los cubanos.
En entrevista con el empresario y conferencista Jorge Serratos, Cala relató cómo empezó a cambiar su modo de hablar a los ocho años, cuando una mujer muy educada y elegante entró a su aula y lo captó para ser actor y locutor en la radio.
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El popular comunicador contó que en aquella época sufría bullying y ni siquiera salía al patio en el recreo por miedo a los demás niños. Hasta que conoció a Nilda G. Alemán, reconocida escritora y directora de programas radiales infantiles, quien hoy tiene 92 años y con quien sigue en contacto.
"Ella cambió mi vida, ella le dio a aquel niño la confianza que ese niño no tenía", relató entre lágrimas.
Según Ismael, aquella señora tampoco hablaba como cubana, porque tenía un acento entre argentino y mexicano.
"Ella también era rara y la criticaban, la vivían fustigando porque decían que nos estaba instalando un acento extranjerizante y que nos estaba quitando la norma cubana de hablar", recordó.
"Sin embargo, ella nos decía: 'ustedes siempre serán cubanos, y el amor a esta isla y el amor a la identidad no tienen nada que ver con tragarse las 'eses' y hablar con una papa en la boca que no se les entienda lo que dicen'", afirmó.
Cala señaló que aunque "no habla cubano" sus raíces y su identidad siguen intactas.
"En mi corazón palpita el calor, la misma humanidad, la misma alegría contagiosa que caracteriza a mi gente", dijo.
"¡Hoy celebro mis raíces con orgullo! Celebro a mi pueblo, que con valentía inquebrantable está luchando por un futuro mejor. Un futuro donde la libertad no sea un sueño lejano, donde la Patria sea un espacio de oportunidades y la vida tenga el valor que se merece", detalló.
En otro momento de la entrevista, reconoció que cuando era joven también fue comunista.
"Con la pasión arrebatada de la juventud, creí en las promesas de un sistema que se vendía como la panacea de la igualdad. ¡Pero me di cuenta a tiempo! A tiempo de comprender que el socialismo no es más que una quimera, una ilusión que se desvanece ante la cruda realidad", recalcó.
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