Vídeos relacionados:
El gobierno cubano prohibió a la comunidad católica de El Vedado, en La Habana, realizar la procesión del Santo Entierro, una actividad que forma parte de la Semana Santa.
La Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en El Vedado emitió un comunicado en el que explicaba a sus fieles las razones por la que la procesión quedaría suspendida.
Lo más leído hoy:
“En el día de ayer fui informado a través de los canales pertinentes que no sería aprobada la procesión del Santo Entierro que había sido solicitada oportunamente, por las calles de El Vedado como se ha venido haciendo durante más de once años con excepción del tiempo de Pandemia y del año pasado que también fue negada, en el caso del año pasado por falta de personal para garantizar la seguridad”, informó el párroco de la iglesia.
El sacerdote dijo, además, que la decisión de negar esta actividad fue porque las autoridades no estaban de acuerdo con sus homilías y aprovechó para hacer algunas aclaraciones.
Comenzó diciendo que la solicitud no es personal y que es una cuestión que compete a sus feligreses. “Negarla como castigo a un párroco es además de absurdo, una violación de la libertad religiosa”, agregó.
Asimismo, aseguró que aquel que quiera ver algún contenido político en sus homilías está en la posición incorrecta. “El Evangelio tiene una fuerza que como a todos nos interpela a todos nos incomoda, pero jamás ha sido usado el púlpito para hacer política, al estilo de los partidos políticos o como ellos entienden la política pues no es competencia del predicador hacer eso”, expresó.
Declaró nunca haber hecho uso del espacio que le da su prédica para llamar a una acción “que no sea la piedad”, por lo que confesó no comprender “los temores que pudieran haber llevado a la negativa de la procesión. Como sacerdote y hombre adulto conocedor de las leyes y de la actual Constitución de la República sé qué me es permitido y qué no”.
Lamentó los inconvenientes que para los feligreses pudiera traer esta negativa y aseguró que el viernes santo se realizará la actividad en los predios de la Parroquia.
La Procesión del Santo Entierro es un desfile religioso penitencial que se celebra por la tarde del Viernes Santo, y su objetivo es recordar de manera teatral el entierro de Jesucristo después de su muerte en la Santa Cruz y antes de su resurrección como se narra en los Evangelios.
Sin embargo, esta no es la única procesión prohibida por el gobierno cubano. Según el portal digital 14 y Medio, en la diócesis de Bayamo-Manzanillo, en Granma, se suspendieron las actividades que conllevaran reunión de personas en Semana Santa.
"El Gobierno no quiere gente en la calle por miedo a posibles manifestaciones. Eso nos ha puesto en obligación de dejar de hacer algo que llevamos haciendo año tras año. El año pasado hubo procesiones y todo se hizo con la paz de Dios”, señala un religioso que pidió el anonimato al mencionado medio.
"Estamos muy disgustados por esa decisión, la fe no tiene nada que ver con la política y no debería mezclarse", dijo el sacerdote disgustado.
Una nota publicada en Aciprensa, medio de prensa católico, alertaba desde la pasada semana las suspensiones de diversos actos en Semana Santa en la Isla.
“[El régimen] teme mucho a las concentraciones de personas ahora mismo”, dijo Osvaldo Gallardo, un escritor y activista religioso que reside actualmente en Miami pero ha vivido más de 40 años en la Isla y trabajado en proyectos de cultura y comunicación de la Conferencia Episcopal cubana.
Asimismo, afirmaba que en este tipo de concentraciones no solo concurren religiosos sino personas sin creencias de este tipo.
“Una procesión puede, bajo el entusiasmo y la devoción de Semana Santa, crear un caldo de cultivo para que estalle de pronto otra manifestación de tipo político”, comentó el escritor.
No obstante a todas estas prohibiciones, la Parroquia de El Vedado dio la bienvenida a la Semana Santa este domingo de Ramos, mientras el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, hizo un alegato ante la Virgen de la Caridad del Cobre en defensa del pueblo cubano.
Entre las frases más marcadas por el arzobispo estuvieron: “A falta de energía, pedimos al Señor que nos dé energía interior” o “Muchos de nuestros hijos se marchan a otros sitios porque no lo encuentran [su desarrollo] acá. Y otros que esperan hacerlo. ¡Qué pena, si esta es nuestra tierra, la que Dios nos dio!”, todas en referencia a los problemas que vive Cuba actualmente.
Archivado en: