En la ciudad de Hialeah, que enfrenta una crisis migratoria y donde una renta “económica” puede llegar a costar más de 1,300 dólares, migrantes cubanos escogen dormir en sus autos y vivir en las calles, según refleja un reportaje de la televisora Univisión.
“Yo prefiero dormir en una camioneta que pagar una renta, porque un efficiency vale 1,300 dólares. Hay quien paga 1,800 dólares”, dijo un cubano en calidad de anonimato al mencionado medio televisivo.
En el reporte se observan algunos emigrantes durmiendo en sus camionetas estacionadas en el parqueo de una tienda, en la calle y también en casas improvisadas, debajo de un puente y al lado de una autopista.
El denominador común de todos es que el dinero no les da, señaló la televisora a la vez que mostró el dato que el 95% de la población que vive en la ciudad de Hialeah es hispana, y el 84% son cubanos.
“Preferimos estar presos aquí y no estar libres en Cuba”, dijo Antonio, quien aún no tiene permiso de trabajo y cada mañana acude a una tienda de la empresa minorista Home Depot con la esperanza de que alguien lo contrate.
“Se ha vuelto muy difícil vivir aquí, abundan más las personas que los trabajos”, explicó el hombre.
Esteban Bovo, alcalde de la urbe, dijo que enfrentan una crisis migratoria sin control y no anticipada “Lo que estamos viviendo en este momento es una tormenta perfecta por el colapso de la frontera”.
El problema de los cubanos viviendo en las calles se volvió más grave cuando el miércoles, el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley que prohíbe dormir en la propiedad pública.
Los opositores a la medida afirman que el republicano quiere quitar de la vista pública el problema de la vivienda.
Sin embargo, DeSantis prometió un mayor acceso a servicios para personas sin hogar, en cuestiones como el tratamiento al abuso de sustancias psicoactivas y a los problemas de salud mental.
Se estima que de los 420,000 migrantes que llegaron de Cuba a Estados Unidos en los dos últimos años, el 75% acabó en el sur de la Florida.
Gran parte de ellos, unos 80,000, se establecieron en Hialeah, según cifras no oficiales, reportó la televisora América Tevé.
En febrero último, el gobierno de Estados Unidos registró una cifra notablemente alta de inmigrantes en su frontera suroeste, que podría considerarse un récord si se compara con igual período de años anteriores.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) reveló que durante dicho mes se contabilizaron 189,922 encuentros de inmigrantes.
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