Uno de los sobrevivientes del derrumbe del puente de Baltimore el martes pasado es un obrero mexicano de 35 años que logró salir de su vehículo de forma milagrosa, ya que no sabe nadar.
Julio Cervantes, padre de dos niñas, estaba sentado en su camión cuando sintió que el puente se hundía y de repente se desplomó. Antes de precipitarse, alcanzó a ver a sus compañeros cayendo en sus vehículos delate de él.
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"Él cayó y el vehículo poco a poco se iba hundiendo", relató a Univision Moisés Díaz, quien debía estar esa madrugada en el puente, pero no fue por un cambio de turno.
"Él, como pudo, abrió el vidrio de su puerta y se salió por la cama del camión, por atrás. Pero como vio que el camión iba hundiéndose y hundiéndose, y ver las turbulencias del agua, él se tiró. Él no sabe nadar", precisó.
Julio tiene una herida en el pecho que le impide hablar bien, pero lo peor son las secuelas psicológicas que está sufriendo.
Solo él y otro obrero sobrevivieron esa madrugada a la tragedia en el puente sobre el río Patapsco, en Baltimore, que se desplomó tras ser chocado por un barco.
En total, había allí ocho personas en ese momento. Todos eran migrantes hispanos que laboraban llenando baches en el tramo central de la pasarela.
Los seis fallecidos proceden de El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Solo se han recuperado dos cuerpos.
Este jueves las autoridades anunciaron que comenzarán el proceso de limpiar la chatarra y los escombros en la zona para poder abrir el puerto de Baltimore y que este retome su actividad.
Tras el impacto del buque, cayeron al agua contenedores con material inflamable o corrosivo, en algunos de los cuales los buzos han detectado grietas.
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