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Los expertos en Meteorología de la Universidad Estatal de Colorado pronostican una temporada de huracanes "extremadamente activa" en el Atlántico este 2024, con las cifras más altas de los últimos 30 años.
Según los datos proporcionados por el grupo pionero en predicción estacional de huracanes, se pronostican un total de 23 tormentas con nombre, de las cuales 11 podrían convertirse en huracanes, y cinco de estos podrían alcanzar categorías 3, 4 o incluso 5, con vientos superiores a las 111 mph (millas por hora).
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Esta proyección está muy por encima del promedio histórico de 14 tormentas con nombre, siete huracanes y tres huracanes de categoría 3 o superior para el periodo comprendido entre 1991 y 2020. De hecho, es la previsión más alta emitida por la Universidad Estatal de Colorado desde que comenzaron a realizar estas predicciones en 1995, informó Local 10.
Los meteorólogos explican que, aunque las predicciones realizadas en abril suelen ser menos precisas que las emitidas una vez que comience la temporada el próximo 1 de junio, existen señales muy claras que indican un alto potencial de desarrollo de tormentas, lo que les otorga una confianza inusualmente alta en la precisión de este pronóstico.
Un factor importante que respalda esta previsión es una ola de calor marino sin precedentes que ha estado afectando al Atlántico. Esta ola de calor, que comenzó el año pasado y persiste en 2024, ha mantenido las temperaturas del agua en niveles récord para esta época del año.
Específicamente se ha observado que las temperaturas medias en la Región Principal de Desarrollo, que se extiende desde África hasta el Caribe, han superado los 79 grados Fahrenheit, un umbral que generalmente no se alcanza hasta julio.
Aunque el Atlántico tropical tiende a enfriarse en primavera, este año el calor persistente ha mantenido las aguas cerca de los promedios de julio desde febrero, según indican los modelos de previsión estacional.
Los expertos explican que estas aguas cálidas son una fuente crucial de energía que impulsa la formación y el desarrollo de huracanes, de ahí el preocupante pronóstico.
Además, se espera que el fenómeno meteorológico de El Niño dé paso a La Niña durante la temporada de huracanes (1 de junio al 30 de noviembre) de este año.
La transición a La Niña, caracterizada por aguas más frías de lo normal en el Pacífico ecuatorial oriental, no solo reduciría los vientos de nivel superior en el Atlántico, sino que también favorecería la formación de tormentas más cerca de las costas estadounidenses, detalla la información.
Los estudios muestran que durante las temporadas de La Niña, hay un mayor riesgo de impacto de huracanes en Estados Unidos, casi el doble en comparación con las temporadas de El Niño. Por lo tanto, los meteorólogos advierten que las probabilidades de que se produzcan impactos significativos de huracanes en la costa estadounidense son superiores a la media este año.
A pesar de estas predicciones, los meteorólogos advierten que la preparación para la temporada de huracanes es crucial, ya que basta con un solo huracán para causar grandes estragos.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) está programada para publicar su primer pronóstico estacional de huracanes a finales de mayo, mientras que la próxima actualización de la Universidad Estatal de Colorado está programada para el 11 de junio venidero.
Los datos indican que los residentes del sur de Florida y otras áreas vulnerables deberán prepararse con anticipación y estar atentos a las actualizaciones de los pronósticos durante toda la temporada de huracanes.
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