El gobernante Miguel Díaz-Canel reconoció que hay una "dolorosa realidad de una emigración mayormente joven", la cual atribuyó a "la ilusión de un capitalismo bueno" y dijo que quienes se quedan en la isla son "quienes sostienen el país".
"Aquí se ha discutido, sin eufemismos, la dolorosa realidad de una emigración mayormente joven que, entre las dificultades económicas, las carencias materiales y el espejismo de un “capitalismo bueno” –inexistente, como ya se sabe–, cree o siente que la elevada instrucción adquirida en el socialismo cubano no podrá realizarla con éxito personal en su patria", afirmó al intervenir en el XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
Incapaz de reconocer el peso de la ineficiencia estatal y la falta de libertades en la crisis cubana, Díaz-Canel añadió reconoció a los que peermanecen en la isla: "No vamos a discutir la relatividad de esas aspiraciones ni a renegar de esos hijos de Cuba que eligieron otro destino para el resto de sus vidas, porque hoy es el tiempo para hablar de los que están aquí y ahora", señaló.
En ese sentido, afirmó que los jóvenes que deciden quedarse en la isla son quienes "sostienen el país" y "la Revolución" y enfrentan "las necesidades económicas".
Como es habitual, el gobernante responsabilizó al embargo estadounidense de esas necesidades y de la falta de perspectivas que encuentran los cubanos en la isla. Tampoco reconoció que la emigración hoy es el salvavidas del régimen, que idea una y otra vez mecanismos –como tiendas virtuales, servicios virtuales y negocios en Moneda Libremente Convertible– para arrancarle el dinero a sus emigrados.
El mandatario no pierde oportunidad de pedirle a los cubanos confianza en que llegarán tiempos mejores, algo que mucha gente duda en medio de la aguda crisis política, social y económica en Cuba. Díaz-Canel debió afirmar en el encuentro que el estado de ánimo de la población "es crítico".
La víspera, y tras constatar la disminución drástica de la militancia en la UJC, el régimen pidió a los jóvenes quedarse en el país para construir la "felicidad colectiva", y aprobó que extranjeros "identificados con los principios de la revolución" puedan ingresar a las filas de la organización.
Tras reconocer la grave crisis nacional que empujó a más de medio millón de personas a abandonar la isla en los últimos dos años, el jefe del Departamento Ideológico del Comité Central, Rogelio Polanco, incluso pidió a las nuevas generaciones "cambiar el sentido de felicidad", por uno que sea viable dentro del país en crisis.
En febrero pasado Díaz-Canel protestó por los pocos militantes de la UJC que había en una empresa de la construcción de la Isla de la Juventud. Se mostró preocupado al comprobar que en la empresa constructora del municipio especial hay 62 jóvenes y ninguno es miembro de la organización.
¿Qué opinas?
VER COMENTARIOS (3)Archivado en: