El régimen cubano pretende recuperar el programa arrocero en la provincia de Granma, marcado en los últimos años por una gradual disminución de sus volúmenes productivos; sin embargo, admitió no tener suficiente combustible ni fertilizante.
Edisnel González Valdés, director de la Empresa Agroindustrial de Granos Fernando Echenique, explicó que en las áreas sembradas contaron con herbicidas, insecticidas y parte de los fungicidas, aunque reconoció que en estos momentos no tienen todo el fertilizante que necesitan, reportó el oficialista periódico Granma.
El directivo de la entidad, que opera bajo el nombre comercial de Granmax, reveló que el programa de reanimación del cultivo de la gramínea también está afectado por “la compleja situación con el combustible y la disponibilidad de la urea”, esta última una fuente esencial de nitrógeno para fertilizar las plantas.
Según el reporte del medio de prensa, las carencias pretenden suplirlas, en un primer momento, con el auxilio del sector privado, para la “importación de productos químicos como insecticidas y herbicidas”.
Como alternativa se emplea el humus de lombriz para el control de plagas y la estimulación de rendimientos, un biofertilizante que según el diario oficialista ha posibilitado que “los productores alcancen hasta cuatro toneladas de arroz por hectárea”.
El directivo de Granmax reconoció que han buscado alternativas de cualquier tipo para frenar la caída de los niveles productivos de arroz, como el arrendamiento de maquinaria agrícola inactiva a personas naturales y jurídicas.
Entre ellas mencionó tractores, carretas, implementos, cosechadoras y otros, “con el propósito de recuperar, por esta vía, esos medios paralizados por la falta de partes y piezas de repuesto, neumáticos, baterías o roturas”, apuntó Granma.
Por último, González resaltó como un gran logro que en la provincia existan 3,000 hectáreas sembradas bajo la modalidad de arroz popular “las cuales, al encontrarse concentradas en pequeñas áreas, no necesitan mecanización, y la cosecha es manual”.
A pesar del recrudecimiento de la prolongada crisis económica en Cuba, el régimen tiene la esperanza que mejore la disponibilidad de esos recursos y obtener este año en Granma “cerca de 5 000 toneladas más de arroz que las producidas en 2023”.
Además, aspira a que en 2026, la provincia logre autoabastecerse de arroz “e incluso aportar a otros territorios”.
La ausencia de este alimento, uno de los más venerados en la mesa de los cubanos, provoca gran malestar en la población, y muchas veces la causa es la incapacidad del gobierno de suministrarlo.
Recientemente el régimen anunció que entregará un kilogramo más de arroz en abril y mayo, por la libreta de abastecimiento, gracias a un donativo recibido de China.
En el programa Desde la Presidencia el gobernante Miguel Díaz-Canel y la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz aseguraron a los cubanos que el arroz de la cuota de abril ya está en el país y se entregará en el tiempo establecido.
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