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El régimen cubano decidió suspender la marcha del Primero de Mayo, en la que tradicionalmente movilizaba a cientos de miles de cubanos para que desfilaran en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Se trata de la segunda suspensión de la magna cita propagandística que reúne a la dirigencia de la llamada “revolución” (en lo alto de la tribuna) con la clase trabajadora que desfila a sus pies.
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La noticia fue dada a conocer este lunes por el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte de Nacimiento, quien explicó que la decisión responde al llamado a celebrar el día de los trabajadores con concentraciones “en lugares que no demanden el empleo masivo de transporte”.
En lugar del tradicional desfile -que aportaba las icónicas imágenes multitudinarias gracias a la manipulación de la prensa oficialista, el chantaje de los sindicatos y el transporte estatal-, el evento se traslada a la llamada Tribuna Antimperialista José Martí.
Un año más, el llamado oficialista a la “austeridad” provee de una coartada al régimen cubano para no arriesgarse a realizar un evento multitudinario que entraña potenciales focos de tensión, ya sea por el eventual desentendimiento de la convocatoria de una población harta de propaganda y miseria, o por el riesgo de que estallen gritos de protesta entre los asistentes.
En 2020 Cuba suspendió el evento por primera vez desde 1959 a consecuencia de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, no fue hasta el año pasado que el régimen tomó la decisión de suspender el desfile por el agravamiento de la crisis energética en Cuba.
No obstante, el régimen cubano volverá a reunir en el Malecón entre 165 y 200 mil personas para mantener viva la ilusión del “apoyo popular” que significaba la imagen del proletariado desfilando por el Día de los Trabajadores.
Según Guilarte de Nacimiento, estas personas “asistirán a pie” y serán movilizadas entre los residentes de los municipios cercanos al punto de encuentro, como Plaza, Centro Habana, Habana Vieja, Cerro y zonas cercanas de Playa.
Por su parte, la CTC consideró que los asistentes representarán el respaldo de los trabajadores al gobierno, y que su participación ratificará el compromiso de “la clase obrera cubana con todo lo relacionado con la recuperación de la economía, aprovechando con eficiencia los recursos para incrementar la oferta de bienes y servicios como vía para rescatar el poder adquisitivo de los salarios y pensiones”.
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