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Uno de los deportes que me hubiese gustado cubrir en mi carrera es el pentatlón. Me encanta la variedad de disciplinas y considero que el atleta que lo practica tiene que ser muy completo. Ese es el caso la capitalina Leydi Laura Moya que a sus 32 años vive una nueva vida, construye un futuro mejor.
Aquel primer y prácticamente inesperado triunfo en los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en Singapur 2010, nos daba un avance de lo que sería su carrera deportiva.
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Leydi ¿qué hace en este momento la mejor representante del pentatlón femenino cubano?
Vivo en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos; estoy aquí desde diciembre de 2022. Me acaba de llegar la residencia. Estoy esperando para empezar a trabajar y me gustaría que fuera en algo del deporte, pero trabajo en lo que sea necesito salir adelante.
¿Cómo llegaste? Llevabas años alejada del pentatlón.
Sí, me retiré hace tres, justamente después de los Juegos Olímpicos de Tokio. Yo no pensaba salir de Cuba porque estaba motivada para emprender otro ciclo olímpico, pero cuando reinicié mi entrenamiento empezaron las afectaciones: no había piscinas, no había caballos, no había nada…
Las mismas afectaciones de siempre pero yo tenía 30 años y ya mi cuerpo no respondía igual; necesitaba un entrenamiento sistemático y me estaba costando trabajo mantener el nivel. Fue entonces que decidí retirarme.
Una vez alejada del deporte, mi novio y yo tratamos de empezar a trabajar en un gimnasio en Kasa Kolhy pero la situación se complicaba; era muy difícil vivir con lo mínimo y nos enfocamos en buscar un futuro mejor. Y como la situación en Cuba es cada vez más complicada, me lancé por los volcanes cruzando fronteras... ¡y aquí estoy!
¿Te queda familia en Cuba?
En Cuba viven mis padres, mis hermanas, mi perrita… Sueño con traerlos y aquí, en Estados Unidos, queremos aumentar la familia; ambos estamos en busca de un hijo, a ver cuándo nos premian.
Hace poco adelantaste el por qué de tu retiro, relacionado con las pocas condiciones que existen en Cuba para entrenar algo tan complejo como el pentatlón.
¿Condiciones en Cuba? Verdaderamente no las hay; las condiciones las hacemos nosotros los deportistas y entrenadores buscando siempre donde poder entrenar y eso, cuando se pudiera; la pista en candela, sin piscina…en fin. Como te dije antes, ésa fue la principal razón por la que me retiré.
En tu deporte ¿llevas el caballo o te lo dan en la competencia?, de ser así ¿cómo te compenetras con el corcel?
En el pentatlón, el país sede de la competencia es el que pone el caballo. Se hace una exhibición de los caballos el primer día. El dueño del corcel y el jinete hacen el mismo recorrido de la competencia y ahí tú llevas cuentas en una libreta, apuntas el número del caballo y las características de cada uno.
Después de ese recorrido se hace un sorteo y es el orden que te dan para poder salir y el que caballo que te toca. Entonces tienes un tiempo de calentamiento y es donde te familiarizas con el animal, esos minutos en contacto con el animal es lo que más me gusta de las cinco competencias: da mucho nervio, mucha adrenalina. Es complicado pero muy bonito.
Después de Paris 2024 van a eliminar la equitación o sea cambiarlo por un juego con obstáculos.
Tu primer gran triunfo… ¡sorprendiste en Singapur en el 2010!
En Singapur me sorprendí hasta yo, jajaja… Sabía que podía lograr cosas, pero no tanto como el primer lugar. En ese tiempo entrenaba muy fuerte bajo la égida de Adel O´rrelly y tenía mucha confianza.
También estuve viendo una psicóloga porque siempre me sentía cansada y la doctora me ayudó mucho a cambiar mi mente; mi forma de pensar se transformó hacia lo positivo y así conseguí ese resultado que me abrió muchas puertas porque a raíz de eso me invitaron a muchas competencias. Sí, definitivamente mi vida deportiva cambió después de la Olimpíada Juvenil.
En la III Copa del Mundo de Pentatlón Moderno que se efectuó en Italia en abril de 2015, Leydi Laura resultó la mejor latinoamericana al ocupar el lugar 15 entre casi un centenar de rivales en la prueba individual.
Además hizo dupla en el relevo mixto con José Ricardo Figueroa, finalizando en la quinta plaza de este deporte que forman cinco modalidades: esgrima, natación, equitación y el combinado de tiro y carrera. En la lid individual, sobresalió en el lote A de 33 competidoras, al terminar segunda, lo que le dio el pase a la gran final que animaron las ocho primeras de cada grupo y las 12 con mejores tiempos
Quinta en los Panamericanos de Guadalajara y oro en la cita regional de Veracruz 2014 ¿qué recuerdos te traen esos juegos múltiples?
En Guadalajara fueron mis primeros Juegos Panamericanos con adultos y era diferente, todavía no montaba a caballo. Yo no estaba bien preparada porque iba Katia que se quedó en México y entonces me llevaron a mí.
Me dijeron en Cuba que si ganaba una competencia que se hizo, me llevaban a los Panamericanos. La gané y al otro día me dijeron que ya no iba porque aún no estaba preparada para unos Juegos para adultos.
Al final me tuvieron que llevar porque no había otra opción y quedé ubicada en un mejor puesto que la otra cubana que fue y ahí sí fue que empecé a ser la primera figura de pentatlón cubano.
Veracruz fue muy bueno porque por vez primera una cubana sube a lo más alto del podio en una cita regional en mi especialidad sobre todo teniendo en cuenta que teníamos rivales muy fuertes, las mexicanas que siempre han sido las mejores de Centroamérica.
Bronce en Lima 2019, séptima en Toronto 2015, ¿Tienes muchas anécdotas que contar?
En Lima fue una catástrofe, me quedé sin medallas en el individual y el bronce fue en el relevo mixto que teníamos posibilidades de hacer más, pero los caballos no cooperaron en esa competencia.
En Toronto tuvimos muchos contratiempos, ni siquiera pudimos ir a la exhibición de los caballos por lo que no me sabía el recorrido. El entrenador confundió el horario y me equivoqué con el caballo. En la natación me pusieron en un heat que no era, quede séptima; no obstante, todas estas dificultades logré la clasificación olímpica.
Alejada de la cima en Juegos Olímpicos, pero imagino que solo participar ya es una medalla ¿qué experimentaste en Río y en Tokio; cuál te agrado más y por qué?
Creo que disfruté las dos competencias; en Río iba en buena posición, pero tuve errores en la equitación que me costaron caro. Sin embargo, disfruté mucho la competencia porque pudimos salir y disfrutar de los Juegos.
En Tokio estábamos encerrados por la pandemia; casi no podíamos entrenar, fuimos sin preparador porque se enfermó de COVID antes de salir hacia la capital nipona. Fuimos la comisionada, el otro pentlatonista clasificado Léster Ders y yo; los tres nos apoyamos mutuamente y a pesar de todo, la pasamos bien. Te dije que me inspiré para echarle ganas a otro ciclo olímpico pero en Cuba soñar es por gusto.
En Japón , sumó 191 puntos en la esgrima, 275 en natación, 291 en equitación y 504 en el Laser run. Su mejor prueba fue la equitación, donde finalizó en el peldaño 15.
De los cinco eventos ¿cuál te gustaba más?
La equitación. Para mí es el más bonito, más emocionante, es muy disfrutable y te produce mucha adrenalina. No obstante, tengo que reconocer que no era el que mejor me salía; montaba bien, pero donde obtuve mejores resultados fue en tiro y en esgrima. Jajajaja. Pero, sin dudas, la equitación es fascinante.
Pentatleta que más admiras del planeta, varón y hembra.
La lituana Laura Asadauskaité que ganó el oro en los Juegos de Londres 2012 y el ruso Aleksander Lesun, ya retirado.
¿Cómo y cuándo te llegó la idea de convertiste en pentatleta?
Empecé a los seis años la natación que practicaba en el Cotorro; allí hacían competencias de natación y carrera y tenía que ver con el pentatlón y el triatlón. En ese tiempo yo nadaba y corría y en la secundaria me llegó la “Marcelo” por natación y la EIDE por el pentatlón.
En ese tiempo lo que más me gustaba era la natación e hice la secundaria en el “Marcelo” pero en noveno grado dejé la natación y para entretenerme iba a la Ciudad Deportiva y empecé en triatlón, pero no me gusto porque la bicicleta no es lo mío.
Así que me pude cambiar para la EIDE, para pentatlón, y empecé a entrenar y al mes fui a la nacional de pentatlón y gané la competencia. Desde ese entonces pertenecí al equipo nacional.
¿Personas que hayan influido en ti y tu carrera?
Quiero señalar a Alejandro Wash, mi querido entrenador desde jovencita. Mis antiguas compañeras, que eran buenas rivales: Katia Rodríguez y Kenia Campos, ambas en México, y Suaima García, que está en Qatar. Cuando eso el equipo femenino sí era bueno.
Las que vinieron después no eran tan fuertes, no tenían motivaciones, no era el mismo nivel. Mantengo buenas relaciones con mis compañeras de siempre. Hablo muy a menudo con ellas.
También guardo gratos recuerdos de Marcos Rojas que fue quien logró clasificar para los Juegos Olímpicos de París y de Léster Derts que era de mi tiempo y se retiró después de los Panamericanos.
Ya en el cierre de su carrera, el 11 de abril de 2021 se ubicó en la cuarta posición en el relevo mixto de la I Copa del Mundo de Pentatlón Moderno, que concluyó este día en Sofía, Bulgaria, competencia que sirvió de preámbulo a Tokio, donde en plena pandemia concluyó en el lugar 26 (de 36) de la prueba individual femenina, superando lo conseguido cinco años atrás en Río de Janeiro (33).
De haber podido contar con las condiciones mínimas de entrenamiento y competencias ¿qué historia estuviésemos contando hoy de la pentatleta cubana?
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