El adoctrinamiento de los niños y jóvenes en Cuba es un pilar del régimen comunista y totalitario cubano desde hace más de 60 años, una política que busca inculcar la retórica y versión de la historia en las mentes de quienes se espera sean la “cantera” de futuros “cuadros” y “verdaderos revolucionarios”.
Desde el eslogan coreado en las escuelas cubanas (“Pioneros por el comunismo: ¡Seremos como el Ché!”) hasta el mural con las efemérides, la educación de los menores de edad en Cuba está orientada a formar “revolucionarios” agradecidos a los líderes históricos y leales a su “continuidad”.
De ahí que el curso escolar en Cuba esté plagado de momentos en los que los estudiantes son movilizados para actos propagandísticos en los que se pretenden forjen sus “conciencias revolucionarias”, ya sea desde el Primero de Mayo hasta echar flores a Camilo.
La visita de una comitiva gubernamental, la sede del 26 de Julio en una provincia, el desembarco del Granma, tal batalla, aquella proclamación, aquel atentado, el triunfo de todos los triunfos… los hitos de la historiografía “revolucionaria” son tan o más importantes en la formación de los niños y jóvenes que las matemáticas.
Por eso este 29 de abril, los niños que asisten a clase en el Centro Escolar Mártires del Goicuria volvieron a rememorar un año más el asalto al antiguo cuartel Domingo Goicuría, sede del Regimiento Plácido del Ejército cubano, que intentó tomar por las armas un grupo de 56 rebeldes bajo la dirección de Reynold García García el 29 de abril de 1956.
Del más reciente de esos teatrillos se hizo eco la Asamblea Municipal del Poder Popular en Matanzas, que compartió un post en sus redes sociales con fotografías del “acto revolucionario” en las que se ven a los niños representando el asalto, vestidos de uniformes militares verde olivo y portando banderas cubanas.
La imaginación de los propagandistas -seres con menos luces que un barco pirata- llegó al punto de representar las bajas sufridas por los rebeldes en el asalto, de manera tal que hasta 15 pioneros quedaron tendidos en el pavimento del antiguo cuartel.
La vis dramática de los departamentos ideológicos del Partido Comunista de Cuba (PCC) es inferior a cero, o al surgimiento en el ser humano de su capacidad de expresar emociones. Pero más preocupante que su mediocridad artística es la estulticia subyacente que les hace creer en la efectividad de semejantes puestas en escena.
Para muestra, un botón: el medio oficialista Juventud Rebelde utilizando sus redes sociales para celebrar esa tradicional y “original” iniciativa camagüeyana de sacar a los niños de las aulas para celebrar anticipadamente un “desfile pioneril en saludo al Primero de Mayo, único de su tipo en Cuba”. O Trabajadores, aplaudiendo una "inciativa única en su tipo".
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