La jueza de Florida Aileen Cannon pospuso indefinidamente el juicio por el caso de documentos clasificados contra el expresidente Donald Trump que debía comenzar el próximo 20 de mayo.
Según una declaración emitida este martes, esta decisión responde a que falta la resolución de múltiples cuestiones previas al juicio, el cual sería "imprudente" en esta etapa porque "hay mociones pendientes y cuestiones críticas relacionadas con la ley de protección de información clasificada (CIPA) sin resolverse".
También faltan los preparativos adicionales necesarios para presentar el caso ante un jurado de manera justa y eficiente, agrega.
"Por lo tanto, el Tribunal anula la fecha actual del juicio del 20 de mayo de 2024 (y la convocatoria del calendario asociada), que se restablecerá mediante orden separada luego de la resolución de los asuntos ante el Tribunal", señala el comunicado.
La jueza también anunció la programación de audiencias adicionales sobre algunos de los asuntos pendientes, extendiéndose desde mayo hasta finales de julio. Esto sugiere que el caso probablemente no llegará a juicio antes de agosto.
Trump expresó su preocupación por el posible impacto político de un juicio en las semanas previas a las elecciones de noviembre, argumentando que interferiría con sus actividades de campaña.
La fiscalía había pedido que el juicio se efectuara el 11 de diciembre de 2023, y el equipo de la defensa quería aplazarlo indefinidamente hasta una fecha posterior a las elecciones presidenciales de 2024.
Actualmente, el candidato republicano a la presidencia está a la espera de una decisión de la Corte Suprema sobre su reclamo de inmunidad presidencial en un caso federal separado en Washington, D.C.
El expresidente Trump enfrenta una serie de cargos por delitos graves, incluida la retención intencional de información de defensa nacional, declaraciones falsas y conspiración para obstruir la justicia, entre otros. Trump y sus coacusados, Walt Nauta y Carlos De Oliveira, se han declarado inocentes de los cargos en su contra.
El fiscal especial Jack Smith ha acusado a Nauta y De Oliveira de intentar borrar material de seguridad en la residencia de Trump en Mar-a-Lago después de que el Departamento de Justicia intentara obtenerlo, además de hacer declaraciones falsas a los fiscales.
El empresario y expresidente del país está acusado de 37 cargos por supuestamente elaborar un plan para mantener en su poder material sensible en la Casa Blanca luego de terminar su mandato, a pesar de que sabía que muchos seguían siendo clasificados.
Según la acusación, él no sólo ocultó documentos clasificados, sino que mintió a los agentes federales y a los investigadores sobre su implicación.
El exmandatario ha calificado la acusación como un ataque a sus partidarios, y un intento de detener sus aspiraciones presidenciales.
En 2023 dijo que había estado demasiado "ocupado" y quería estar seguro de que había recuperado sus pertenencias personales antes de cumplir con las repetidas demandas del gobierno federal para devolver los documentos clasificados que se llevó al abandonar la Casa Blanca.
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