El joven cubano Jorge Luis Boada Valdés, supuesto autor de un enorme cartel contra el régimen que apareció en la barriada de Santos Suárez en enero de 2022, fue condenado a nueve años de prisión por el delito de "propaganda contra el orden constitucional".
La Fundación Nacional Cubano Americana informó en Facebook que el joven fue juzgado por ese delito así como por "otros actos contra la Seguridad del Estado", por lo que la fiscalía le pedía 15 años de cárcel.
Sin embargo, ayer trascendió que el Tribunal Provincial Popular de La Habana lo condenó a nueve años por el primer delito y fue absuelto del cargo de "otros actos contra la seguridad del Estado" por falta de pruebas.
Desde prisión Boada Valdés reconoció que puso varios carteles en Lawton, Santos Suárez e incluso en Villa Marista, porque necesitaba de algún modo expresar su rechazo al régimen cubano.
"Yo siempre estuve solo y caí en esto. Puse carteles en la calle y después en Villa Marista", afirmó a la Fundación en una llamada telefónica desde prisión.
El miércoles también trascendió que el mismo Tribunal condenó a tres años de prisión al activista y exprisionero político cubano Luis Andrés Domínguez Sardiñas por el delito de "otros actos contra la seguridad del Estado".
La sentencia le fue notificada el pasado sábado por su abogada, quien le informó sobre la posibilidad de apelar la decisión.
Es la sexta vez que Domínguez Sardiñas es enviado a prisión por motivos políticos.
Esta vez la Seguridad del Estado detuvo y le abrió una causa tras obtener información de que recibiría un paquete desde el exterior con ligas para hacer "tirapiedras" y enfrentarse a la Policía, según relató el propio acusado.
Además, fue condenado Johan Carlos Izquierdo Terán, enjuiciado también por supuestamente escribir "Abajo Díaz-Canel" en La Habana. El tribunal lo sentenció a tres años de privación de libertad por el delito de "otros actos contra la seguridad del Estado", pero fue absuelto del cargo de "propaganda enemiga".
Fue detenido por presuntamente escribir en una pared "Abajo la dictadura", acción que, según las autoridades, pretendía "alentar el derrocamiento del sistema social cubano".
En los últimos años las pintadas contra el gobierno se han replicado en casi toda la isla, como muestra del descontento social en la isla, sumida en una profunda crisis.
En ese contexto el régimen ha amenazado hasta con aplicar "pena de muerte" a las personas que "subviertan el orden".
El cartel escrito por en Santos Suárez por Boada Valdés indignó especialmente al régimen cubano porque la frase "Abajo Canel Singao" fue escrita en letras gigantescas en el llamado "Malecón sin Agua" de la calle Serrano entre San Leonardo y la Vía Blanca.
Ese día el gobierno hizo alarde de un fuerte despliegue policial en la zona, y llevó a varios peritos y hasta perros para encontrar al responsable de tamaña osadía.
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