Ante la mirada atenta de miles de fanáticos alrededor del mundo, el cubano Frank Sánchez cedió por la vía del nocaut versus el alemán Agit Kabayel y dilapidó una opción real de mantener su nombre en veladas boxísticas de alto nivel como la vivida este sábado en Arabia Saudita.
Con el invicto de ambos en juego, Sánchez (ahora con 24-1, 17 ko) y Kabayel (25-0,17) subieron al encerado listos para convertirse en el retador obligatorio de la división superpesada del Consejo Mundial de la disciplina, pero el europeo utilizó mejor sus armas y dejó sin aliento al rival en el séptimo round del combate.
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El llamado “The Cuban Flash” tocó la lona en dos ocasiones en el citado asalto y, la segunda vez -a los 2:23 minutos-, no logró recuperar el aliento para ponerse de pie ante el conteo del árbitro.
Según las estadísticas del sitio especializado Compubox, el vencedor superó a su contrario en toda la línea: conectó 110 de 276 golpes lanzados (39.9 por ciento), mientras el antillano apenas logró pegar 47 veces en 176 intentos (26.7%).
A sus 31 años, Sánchez perdió una ocasión dorada para encumbrar su carrera y deberá solventar múltiples tempestades en busca de hacer realidad el sueño de pelear por una faja universal.
La derrota, por demás, suscitó disímiles comentarios en redes sociales. No pocos de sus seguidores cuestionaron el cómo enfrentó la pelea y la estrategia de su equipo de trabajo en el Kingdom Arena en Riad.
Considerado en algún momento el nuevo rostro del pugilismo profesional de Cuba, el nacido en la oriental provincia de Guantánamo deberá esperar ahora por el trabajo de sus manejadores en pos de limpiar la mala imagen ofrecida en el Medio Oriente.
El exponente del arte de Fistiana abandonó su país en julio de 2016, junto al medallista olímpico Yampier Hernández. “No hay ningún tipo de motivo, solo quiero ser profesional y en Cuba no podía", expuso a Diario de Cuba.
En la misma cartelera de Sánchez-Kabayel, Oleksandr Usyk (22-0, 14) venció al británico Tyson Fury (34-1-1, 24) para convertirse en campeón unificado del peso máximo por primera vez desde Lennox Lewis.
El ucraniano, todavía sin la sombra del revés en su hoja de servicios, se llevó a casa todos los cinturones de la categoría por decisión dividida (115-112, 113-114 y 114-113) y se espera una revancha en octubre venidero.
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