La Unión Eléctrica de Cuba anunció para este lunes afectaciones en el suministro eléctrico superiores a los 1,000 MW por déficit en su capacidad de generación.
“Se estima para la hora pico una disponibilidad de 2,330 MW y una demanda máxima de 3,300 MW, para un déficit de 970 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 1,040 MW en este horario”, indicó en sus redes sociales la empresa estatal que monopoliza el servicio eléctrico en la Isla.
Si la víspera, la UNE pronosticaba apagones por déficit de 1,055 MW, este lunes reconocía que durante la hora pico las afectaciones alcanzaron los 1,226 MW. Se trata de un “error de cálculo” que se produce en la mayoría de las estimaciones de la empresa que dirige Alfredo López Valdés.
La población se desespera. Los meses de abril y mayo han sido especialmente calurosos, llegando incluso a marcar récords de temperatura, y los apagones de hasta 18 horas diarias les impiden a los cubanos descansar y mantener alimentos refrigerados.
La credibilidad de la UNE es la misma que los cubanos otorgan a sus gobernantes, “cuadros” del Partido Comunista de Cuba (PCC) incapaces de solucionar el colapso en cámara lenta que está sufriendo el sistema electroenergético nacional (SEN).
La “estrategia” del ejecutivo de Miguel Díaz-Canel era planificar mantenimientos (y apagones) durante estos meses hasta junio, para tener un verano a pleno rendimiento de las termoeléctricas y sin cortes en el suministro eléctrico. Pero Díaz-Canel ya avisó que resulta imposible garantizar que no ocurran apagones también durante los meses de julio y agosto.
Sentado frente al periodista extranjero Ignacio Ramonet, el inquilino del Palacio de la Revolución se mostró empático con los cubanos que sufren los apagones que resultan de la mala gestión de su gobierno. "Han sido terribles, hasta 20 horas", le dijo a mediados de mayo. Y lo siguen siendo a fecha de hoy.
Empatía que no demostró en agosto de 2022, cuando miles de cubanos salieron a protestar en La Habana y otras ciudades del país por los apagones que estaban sufriendo. En aquel entonces, el gobernante llamó “indecentes” a sus víctimas.
“Toda esta situación ha sido aprovechada por los enemigos de la revolución para crear desaliento, incertidumbre; para hacer convocatorias a hechos vandálicos y de terrorismo, para promover desorden social, alteración del orden y de la tranquilidad ciudadana”, dijo. “Lamentablemente hay personas que con un comportamiento vandálico, bastante indecente, se prestan para esas acciones”, añadió.
Los detenidos y las condenas sufridas por manifestantes en Nuevitas, Caimanera o la propia capital cubana dan fe de esa “violencia revolucionaria” que despliega el régimen totalitario cubano contra quienes se les enfrentan o les exigen que rindan cuentas.
Avisados por los mensajes de los medios oficialistas al servicio del PCC y conscientes del alcance del “terrorismo de Estado” que practica el poder totalitario del régimen, los cubanos expresan su malestar y sus críticas en las redes sociales, refrenando al máximo sus deseos de manifestarse en contra de sus gobernantes.
“¿Alguien recuerda que se siente dormir con corriente? Parecemos cavernícolas”, se quejó una cubana en las redes sociales de la UNE. “Sin palabras. Ya no se puede más. Que se vayan y entreguen el país, total, para lo que hacen”, opinó otra.
“Yo esto lo resumo en: Van a entrar 10 unidades en esta semana. Confianza, se va a resolver, lo que no sabemos cuántas van a salir. Ya mejor tomarlo con humor porque ni pastillas hay y los infartos están a la orden del día”, comentó un internauta.
“Siempre superan el déficit que pronostican, o sea, sobrecumplen el plan de apagones”, añadió otro cubano atónito con las dimensiones de una crisis energética que no solo supera la capacidad del gobierno para solucionarla, sino la del lenguaje para expresarla.
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